Un hombre aceptó ayer ser condenado a cinco años de cárcel y a diez años de alejamiento de su compañera sentimental por incendiar la vivienda que compartían en Malpica en enero de 2014, cuando la mujer se encontraba en su interior. La afectada consiguió salir del inmueble con lesiones leves. El representante del Ministerio público solicitaba en su escrito de calificación que fuese sentenciado a 13 años de cárcel, pero finalmente llegó a un acuerdo con la defensa sobre la pena y el juicio, previsto para ayer, no llegó a celebrarse. Así, el procesado se declaró culpable y el presidente del tribunal de la sección primera de la Audiencia Provincial de A Coruña dictó sentencia oral en la sala. Contra el fallo no cabe recurso, ya que fue dictado con la conformidad de todas las partes implicadas en el caso.

El condenado reconoció que inició una discusión con la víctima sobre la una de la madrugada del 18 de enero de 2014 en el domicilio que compartían, situado en Malpica de Bergantiños. Durante la disputa, de la que fue testigo el hijo de la afectada, el sospechoso amenazó con quemar la casa. El joven, "atemorizado" con la situación, le pidió a su madre que abandonase la vivienda porque creía que el imputado era capaz de llevar a cabo sus amenazas. La mujer, sin embargo, decidió permanecer en el inmueble porque estaba "cansada" y confiaba en que, como en otras ocasiones, las advertencias de su compañero sentimental se quedasen solo "en un plano verbal". Media hora más tarde su hijo decidió irse del domicilio. El acusado, de madrugada, cuando su pareja dormía en la habitación, derramó por el pasillo un líquido inflamable y le prendió fuego.

"Al ver las dimensiones que estaba tomando el incendio, decidió sofocar el fuego, pero ya había alcanzado tal intensidad que no le fue posible, por lo que dio varios gritos que alertaron a la víctima", relata el fiscal en su escrito de calificación, con el que se mostró conforme el condenado. La mujer consiguió salir de la vivienda y el incendio fue extinguido por los bomberos.

La víctima sufrió quemaduras superficiales de segundo grado en el talón izquierdo, por lo que necesitó recibir asistencia médica. De las heridas tardó en curar cinco días, ninguno de los cuales estuvo incapacitada para realizar sus tareas habituales. Los desperfectos que ocasionó en la vivienda fueron tasados por la compañía aseguradora en 40.000 euros. La empresa tasó en 20.000 euros los objetos que había en el interior de la casa afectados por las llamas.