El juicio por la tragedia de la avalancha del concierto de Halloween en el Madrid Arena en el que perdieron la vida Katia Esteban, Rocío Oña, Belén Langdon, María Teresa Alonso y Cristina Arce el 31 de octubre de 2012, comenzó ayer en la Audiencia con las cuestiones previas planteadas por las defensas de los 15 procesados que se enfrentan a penas de hasta un máximo de 4 años de prisión.

Las testificales de los acusados comenzarán hoy con el interrogatorio del principal encausado, el empresario Miguel Ángel Flores en libertad bajo fianza de 200.000 euros, que podrá dar su versión de los hechos a partir de las 09.30 horas. El fiscal solicita la pena más alta posible, 4 años por cinco delitos de homicidio imprudente y 6 de inhabilitación para participar en este tipo de eventos. Tras él, será el turno del resto de los 14 acusados restantes, como el director general de Diviertt -empresa organizadora de la fiesta- Santiago Rojo, el jefe de personal de la misma, Miguel Ángel Morcillo o los médicos encargados de velar por la macrofiesta del 1 de noviembre de 2012, Simón y Carlos Viñals. El último turno queda reservado para el exjefe de la Policía Municipal de Madrid, Emilio Monteagudo.

El empresario no se movió de su silla en el banquillo de los acusados. Vestido impecablemente con una camisa blanca y pantalón y chaqueta gris, Flores, fue testigo de su primera derrota en el ring de la Audiencia Provincial. El tribunal rechazó su petición de que se investigara a los excargos del Ayuntamiento de Madrid Pedro Calvo y Fátima Núñez, mientras el fiscal se oponía a la nulidad de actuaciones que pretendía la defensa.

El doctor Simón Viñals, sentado en el banquillo junto con su hijo Carlos, también imputado, y negaba con la cabeza cuando en la lectura de la acusación del fiscal se aseguraba que mostró "evidente falta de destreza" en las reanimaciones cardiopulmonares de las víctimas. Tanto le ha molestado que en uno de los recesos ha querido hacer declaraciones a los periodistas para dejar claro que hizo todo lo que pudo para reanimar a las chicas.

Las familias de las cinco víctimas de la tragedia, que consideran un "insulto" la petición de condenas, no asistieron ayer al primer día de juicio aunque algunos han anunciado que asistirán hoy al interrogatorio del empresario Miguel Ángel Flores.