Al menos diez personas murieron y un centenar resultaron heridas, entre ellas varias de gravedad, en un choque frontal de dos trenes de cercanías en el sur de Alemania, en el peor accidente ferroviario del país en los últimos cinco años y el más grave en el estado federado de Baviera desde 1975. Una persona sigue aún desaparecida, según fuentes policiales, al dar a conocer el balance de víctimas y mientras los equipos de rescate rastrean aún entre los restos de los trenes.

Se sospecha que se trató de un error humano, si bien habrá que esperar a la investigación. El ministro de Transporte, Alexander Dobrindt, habló de "momento difícil para la historia del transporte ferroviario en Alemania" al describir la "imagen aterradora" que presenció en el lugar del siniestro. El ministro subrayó que los expertos de la Oficina Federal deberán determinar las causas del accidente y las razones -técnicas o humanas- por las que falló el sistema de frenado automático que entra en funcionamiento cuando un tren rebasa la velocidad máxima o circula sin permiso.