Los habitantes del municipio de Jerte (Cáceres) acogieron con sorpresa e incredulidad la historia de su vecino Alberto J.N., un hombre de 48 años que ha permanecido encerrado en una vivienda de la localidad durante los últimos seis años por miedo a entrar a prisión.

Fue detenido por la Guardia Civil al estar reclamado por un Juzgado de Salamanca como autor de un delito contra el patrimonio. El hombre vivía con su pareja, había cumplido una pena por maltrato en Salamanca, tenía otra causa pendiente y decidió volver a su tierra para "esconderse". Su encierro ha sido tal que no acudió al entierro de su padre, fallecido recientemente, e incluso llegó a extraerse él mismo dos dientes.