La juez de Instrucción 1 de Caldas de Reis ultima la instrucción del doble parricidio de Moraña cometido hace casi un año. El acusado y padre de las dos menores guarda silencio y no ha querido declarar, mientras que su abogado ha solicitado un informe psiquiátrico sobre su cliente. Esta prueba y una testifical son las últimas diligencias que faltan para cerrar la instrucción del caso y llevarlo a juicio.

David Oubel Renedo, de 41 años, está acusado de acabar con la vida de sus dos hijas Amaya y Candela, de 4 y 9 años, respectivamente, utilizando una sierra radial que había adquirido previamente en un establecimiento de la zona. El crimen se perpetró el día antes de tener que devolver las niñas a su madre, de la que está separado, y a la que envió una carta.

Apenas a un mes vista de que se cumpla un año de un crimen que estremeció a España, su padre y presunto autor material de la muerte de las dos niñas compareció a finales del pasado mes de mayo ante la titular del Juzgado de Instrucción 1 de Caldas y ante el fiscal que instruye el caso para dar cumplimiento a uno de los trámites que recoge la ley del jurado: el traslado formal de la imputación.

En un acto que se celebró por videoconferencia el pasado 24 de mayo desde los juzgados de Pontevedra (para garantizar una mayor calidad en la conexión debido a los mejores medios disponibles en la capital frente a la sede judicial caldense), David Oubel compareció desde la prisión leonesa de Mansilla de las Mulas donde se encuentra para acogerse de nuevo a su derecho a no declarar y escuchar como el fiscal le imputaba dos delitos de asesinato por la brutal muerte de las niñas. En dicha comparecencia también se solicitó la realización de nuevas diligencias como una declaración testifical por parte del Ministerio Fiscal, así como la realización de un informe sobre el estado de salud psiquiátrico del imputado, solicitud que realizó la defensa de David Oubel, según confirma el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG). Una petición que permite atisbar hacia donde se puede encaminar una de las posibles líneas de defensa que utilice el letrado de Oubel, quien en todas sus comparecencias en el juzgado se ha negado a dar algún tipo de explicación al tribunal de lo sucedido aquel trágico 31 de julio del pasado año.

El fiscal no se opuso a la realización de dicho informe, más bien se sumó a esta petición, al preferir disponer de un estudio independiente realizado por expertos del Imelga sobre la salud mental del acusado. Y es que de lo actuado hasta el momento en fase de instrucción, por el momento el Ministerio Público no tiene ningún indicio de que las facultades mentales de Oubel pudieran encontrarse afectadas o mermadas en el momento en el que se cometieron los hechos. Tampoco parece que se pudiera ver afectado por la ingesta de algún tipo de sustancia", indican fuentes de la Fiscalía.