La decidida actuación de dos de las víctimas permitió a la Policía Nacional la localización e identificación de un motorista que abordaba en Vigo a mujeres jóvenes desde un ciclomotor negro, con casco y ropa del mismo color. El joven se sentó ayer en el banquillo de los acusados del juzgado vigués de Penal 3 acusado de agresión y abusos sexuales, así como de robo violento y falsedad. El fiscal solicita penas que suman ocho años y tres meses de prisión para el joven, que negó su participación en los hechos durante el juicio, si bien dos de las tres afectadas lo reconocieron sin ningún género de duda. Y es que ambas, por separado, volvieron a encontrárselo por la zona de Coia después de sufrir sus tocamientos libidinosos. Una consiguió fotografiar la moto y la matrícula, aunque según su relato él trató de evitarlo; la otra estaba en su coche cuando fue testigo de como el motorista elegía nueva víctima e iba a por ella, sabía que escaparía por el paso de peatones y allí se le cruzó. Tras la colisión el joven huyó en su ciclomotor. Ayer preguntaba si podía reclamar los daños de su vehículo.

El acusado negó en su declaración los hechos que se le imputan. Explicó que trabajaba como repartidor para dos restaurantes y pro eso iba a Coia. "Tengo novia desde hace 3 años y hago vida normal", aseveró. También manifestó que prestaba la moto a sus amigos, en ocasiones varios días.