Un caso de violencia contra la mujer en Vigo dejó heridos a los dos policías nacionales que acudieron a auxiliar a la víctima el martes, si bien consiguieron detener al hombre que pasó la noche en los calabozos de la comisaría a la espera de su comparecencia judicial.

Una mujer alertó a la central policial del 091 a primeras horas de la mañana de que su expareja había incumplido la orden de alejamiento, estaba en su piso e insultaba y agredía a su nuevo novio. Una patrulla que se encontraba en las inmediaciones acudió de inmediato al domicilio. Tras comprobar que al orden estaba en vigor, trataron de detener al presunto agresor, éste se resistió, se enfrentó a los agentes y huyó escaleras abajo.

Los dos policías le perseguían a la carrera y, posiblemente para conseguir ganar distancia, el hombre les cerró la puerta de cristal del portal prácticamente en la cara. Uno de los agentes no tuvo tiempo de frenar y la cristalera se le vino encima, sufriendo numeroso cortes en ambos antebrazos. Su compañero, herido en hombro, siguió corriendo detrás del hombre que continuó su fuga por varias calles sin hacer caso de las órdenes de alto. Finalmente el agente logró interceptarle y detenerle.

Los dos policías, uno con ambos antebrazos vendados y el otro con un brazo en cabestrillo, acudieron ayer por la mañana a prestar declaración en el Juzgado de Instrucción número 5, en funciones de guardia, mientras que la mujer que denunció lo hacía en el de Violencia sobre la Mujer.