Tarde de playa trágica en Rodeira, en la localidad pontevedresa de Cangas. Una vecina de este municipio falleció y un hombre tuvo que ser trasladado en helicóptero al Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo, ambos con signos de ahogamiento. La desgracia quiso que ambas urgencias fuesen en la misma playa, prácticamente a la misma hora y en puntos opuestos, lo que complicó la tarea de los socorristas y de los servicios de emergencia desplazados a la zona. La fallecida es Josefa N.V., de 80 años, muy conocida en Cangas debido a que regentó un comercio. El hombre que fue ingresado en Vigo es el notario Pedro Riol, de unos 61 años, natural de esa ciudad, pero asentado en Cangas desde hace años.

La primera alerta saltó alrededor de las 19.00 horas en el extremo más próximo a la Casa da Cultura de Cangas. Pedro Riol estaba nadando hacia tierra y de repente varios bañistas vieron que estaba boca abajo muy cerca de la orilla, con signos de ahogamiento. Los sacaron del agua y dieron aviso a los socorristas. El hombre estaba inconsciente, no respiraba y presentaba un pulso muy débil, por lo que lo primero que se hizo fue utilizar la cánula de Guedel para abrir las vías respiratorias y empezó a dar ciertos signos de recuperación. Hasta el lugar se desplazó Protección Civil Cangas, Policía Local, Guardia Civil y la ambulancia del 061 con base en Cangas. Justo cuando el hombre estaba siendo introducido en la ambulancia y se estaba solicitando la presencia de un helicóptero para su traslado saltó la segunda alarma, alrededor de las 19.30 horas.

El hecho de que las llamadas hablasen de una urgencia en la misma playa y también en un extremo del arenal generó cierta confusión inicial. Enseguida los efectivos de emergencia se dieron cuenta de que se trataba de otro caso, en esta ocasión una mujer que estaba en la otra punta de Rodeira. Varios testigos presenciales explicaron que la vieron flotando boca abajo en el agua, cerca de la orilla. De inmediato la sacaron hacia la arena y cuando llegaron los socorristas, que tuvieron que acudir en la lancha neumática para cruzar los 1.100 metros que mide Rodeira, y el resto de servicios de emergencia empezaron las maniobras de recuperación cardiorrespiratoria. La mujer estaba inconsciente, no respiraba y tampoco presentaba pulso. En este caso fue necesario llamar a la ambulancia del 061 con base en Moaña, donde durante casi tres cuartos de hora los sanitarios estuvieron tratando de reanimarla, aunque desgraciadamente sin éxito.

El helicóptero H4 del 061 llegó a aterrizar en la zona, con un médico y una enfermera, aunque poco después volvió a despegar para dirigirse al helipuerto situado detrás del Concello de Cangas, donde recogió al notario Pedro Riol, que estaba inconsciente, intubado, con ventilación asistida y con pulso.

El hecho de que los dos sucesos ocurriesen de manera simultánea en una playa tan grande como Rodeira puso a prueba a los servicios de socorrismo -este arenal cuenta con cuatro socorristas, uno de ellos patrón de lancha- y de Protección Civil. Sus responsables informaron al alcalde, Xosé Manuel Pazos; a la teniente de alcalde, Mercedes Giráldez; y al edil de Sanidade, Tomás Hermelo, de todo el operativo. Al mismo tiempo, desde Protección Civil quisieron destacar el "excelente comportamiento" de los bañistas para colaborar y despejar la zona de inmediato para el aterrizaje del helicóptero.