Marcos Antonio M. A. confesó ayer ante el tribunal de la Audiencia Provincial de Ourense que el arsenal de armas sin licencia (algunas consideradas de guerra) que la Policía Nacional encontró en su casa de Listanco, Maside, estaba allí bajo su responsabilidad. En realidad, explicó a la juez que la colección era de su padre, que había fallecido una semana antes, y que por "miedo" a dejar el material en la casa vacía decidió llevárselo a la suya.

Los agentes de policía, que entraron en su domicilio en noviembre de 2014 en el marco de una redada contra el destilado ilegal de alcohol, se encontraron en el dormitorio del acusado un auténtico arsenal. Repartido en cajas contabilizaron cuatro fusiles de asalto CETME del Ejército español, una escopeta, una granada de mortero vacía, casi 2.000 cartuchos de munición, 13 pistolas, un revólver y 4 puñales.

El procesado reconoció que no tenía licencia de uso de armas, guía de pertenencia ni libro de coleccionista. En todo caso, explicó que no tenía intención de utilizarlas. La confesión, e incluso la colaboración que prestó a la policía tras su detención, le ha valido una importante rebaja en la petición de condena. De ocho años de prisión a los cuatro que modificó ayer.