La banda de delincuentes que asaltó una treintena de casas en la provincia de Ourense entró el jueves en un chalé de Boborás, forzando una ventana, y se encontró a la Guardia Civil dentro, en lugar de a la propietaria. Los habían cazado. Lejos de entregarse, los dos albaneses y el ourensano que accedieron al domicilio les hicieron frente. Los foráneos acometieron a los agentes con un destornillador de grandes dimensiones. "No dudaron en emplear extremadamente la fuerza física contra los agentes", según subraya la Comandancia de Ourense.

Uno de ellos medía dos metros. Cuatro guardias resultaron heridos. Los agentes lograron reducirlos y esposarlos. Uno de los delincuentes trató de huir saltando el muro del cierre de la vivienda, pero fue interceptado por un agente de la Guardia Civil. Al ver el operativo, el conductor del grupo se dio a la fuga para no ser arrestado. Sufrió un vuelco en San Cristovo de Cea al eludir un control de los agentes y continuó monte a través. Tras casi un día en busca y captura fue detenido ayer por la tarde en la ciudad por la policía nacional.

La llamada operación Christmas comenzó en noviembre y no está cerrada. Los implicados por ahora son cuatro residentes en Ourense, identificados como F.G.T, de 35 años, los albaneses E.B, de 28 y E.S, de 24 años, más F.J.H, de 38.

La Guardia Civil les atribuye un delito de tentativa de robo con violencia y allanamiento de morada, otro de tentativa de homicidio a agentes de la autoridad, así como la posible implicación en más de una treintena de robos en domicilios de diferentes municipios de la provincia.