Las autoridades ucranianas anunciaron ayer que ya han redactado el documento para prohibir la entrada en el país a Julia Samóylova, la representante rusa en el festival de Eurovisión, aunque todavía no han tomado una decisión al respecto.

"Por ahora aún no se ha tomado la decisión sobre la prohibición de entrar en el país, pero el documento correspondiente ya está listo", dijo a los periodistas Vasili Gritsak, jefe del Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU, antiguo KGB).

Las autoridades de Kiev ya habían advertido de que podrían prohibir la entrada en Ucrania a la cantante rusa, que se desplaza en silla de ruedas por una atrofia muscular espinal, por haber actuado hace dos años en un concierto en Crimea, la península anexionada por Rusia en 2014.

"Creo que la ley debe tratar a todos por igual. Por tanto, en mi opinión habría que cerrarle la entrada a Ucrania", subrayó hoy mismo Gritsak en declaraciones a la agencia Interfax.

Mientras, el Kremlin descartó ayer sustituir a Samóylova en caso de que Ucrania cumpla con su amenaza. "No sé qué decisión han tomado los organizadores, pero entiendo que esa opción no es posible", dijo a los periodistas el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.

El diputado ucraniano Antón Gueraschenko, consejero del ministro de Interior, Arsén Avákov, advirtió de que si Ucrania deja entrar a la artista en el país, debería presentarle cargos por cruzar ilegalmente la frontera, un delito que se castiga con hasta tres años de prisión.

Por su parte, la Unión Europea de Radiodifusión (UER), organizadora del certamen, se ha lavado las manos y ha dejado la decisión en manos del Gobierno ucraniano.

"Entendemos y respetamos las leyes de Ucrania, pero por parte de la UER no hay objeciones a la delegación rusa. Queremos que todos los países participen, pero la decisión corresponde a las autoridades de Ucrania y la respetaremos", dijo al respecto el productor ejecutivo de Eurovisión 2017, el noruego Jon Ola Sand.

Eurovisión se celebrará en Ucrania por segunda vez en su historia, ya que en 2005 este país ya acogió el popular certamen, aunque ahora se encuentra sumida en una profunda crisis económica.