Tras Mamma Mia! e Into the Woods, todo el mundo sabía que Meryl Streep es una buena cantante. Pero, en su última película, la actriz va un paso más allá y se cuelga la guitarra eléctrica para convertirse en toda una rockera. Ricki and The Flash mete a Streep en la piel de una mujer que deja a su familia para perseguir su sueño.