París y el mundo de la moda vivieron ayer un momento histórico al descubrir la colección de Dior concebida por la diseñadora Maria Grazia Chiuri, la primera mujer a la cabeza de la firma en su historia, que llenó la pasarela de mensajes con reivindicaciones feministas aunque se alejó del espíritu Dior. La colección primavera-verano 2017 de Chiuri estuvo cargada de energía: una decena de modelos en blanco abrieron el desfile en looks inspirados por la vestimenta de los tiradores de esgrima, con chaquetas blancas acolchadas acompañadas por pantalones a media pierna o largas faldas de tul. Para la noche, el blanco se convirtió en negro y la tela en cuero, siguiendo ese mismo efecto acolchado.