Estar considerado como uno de los grandes cineastas de la historia no ha hecho que Steven Spielberg, que ayer cumplió 70 años, afloje la marcha y se baje de la silla del director, ya que tiene en el horizonte varios proyectos entre los que sobresale la quinta parte de la saga Indiana Jones.

El forjador de joyas como Tiburón (1975), E.T. el extraterrestre (1982) o La lista de Schindler (1993) puede presumir de ser uno de los directores con más olfato para reventar las taquillas, de ahí su apodo del rey Midas de Hollywood, y también de explotar en su carrera un ajustado equilibrio entre los éxitos comerciales y una mirada cinematográfica seria y reflexiva.