El representante español en Eurovisión, Manel Navarro, hizo todo lo que pudo anoche para desplegar buen rollo sobre el escenario de Kiev con su tema de folk-pop Do it for your lover. Actuó en 16ª posición, entre la intensa Grecia y el vigoroso dance de Noruega Grab the moment, un puesto con el que se sentía cómodo porque, tal y como aseguró un par de días antes de la gran final del festival, "son dos temas muy diferentes".

La propuesta musical de Navarro contaba con la puesta en escena del director artístico Hans Pannecoucke, con el que Holanda obtuvo la segunda plaza en el año 2014. El joven catalán comenzó con bastante fuerza, pero terminó desafinando levemente en el estribillo final de la canción. Su actuación fue recibida con frialdad por el auditorio de la capital ucraniana y recibió duras críticas en Twitter, donde circularon todo tipo de memes sobre su comentado gallo final.

El protagonismo ibérico se lo llevó Portugal, uno de los favoritos de las casas de apuestas desde hace días. Salvador Sobral cantó Amar pelos dois (Amar por los dos) con una sencillez demoledora, sin más coreografía que los propios gestos de sus manos, transmitiendo sensibilidad y paz.

La sobriedad y melancolía lusa de Sobral contrastaron con los ritmos discotequeros del otra gran favorito, el italiano Francesco Gabbani, que apareció en escena junto a un marchoso personaje vestido de gorila. El tema que defendió, Occidentali's karma (El karma de los occidentales), es un superéxito de corte electropop con el que ganó la última edición del Festival de San Remo y que se ha convertido en un fenómeno mundial, con más de 110 millones de reproducciones en YouTube.

Al cierre de esta edición, Portugal había cogido carrerilla y se situaba a la cabeza en las votaciones. Por el contrario, España era, junto con Alemania y Hungría, el único país que todavía permanecía con su marcador a cero.