El ictus que sufrió el pasado martes la periodista María Teresa Campos, que sigue ingresada en la Fundación Jiménez Díaz de Madrid, "no ha dejado una lesión muy grande, pero ha sido en un sitio malísimo", según indicó ayer su hija Terelu Campos. "Estamos esperando la evolución, que es más lenta de lo que nos gustaría", señaló Terelu a Sálvame desde la puerta del centro sanitario, donde ayer por la tarde se le iba a practicar "una resonancia, la prueba más importante porque confirmará el diagnóstico del ictus".

María Teresa Campos, de 75 años, "está animada a ratos, un poco agobiada, pero ayer estaba más animada después de llevarse el susto de su vida" y ha pedido a sus hijas que no informen de lo ocurrido a su pareja, Edmundo Arrocet, que está en Honduras participando como concursante en Supervivientes, decisión que Terelu Campos respeta aunque no comparte.

"Teresa no ha ido hacia atrás, está estable. Cuando hay un accidente cerebrovascular puede afectar a muchos órganos y hay que mirarlo todo; el corazón está bien, ha comido y eso también le ha dado mucho ánimo", señaló la colaboradora del programa de Telecinco para informar sobre el estado de salud de su madre.