La negativa de la actriz Natalie Portman a recoger el premio Génesis (considerado el Nobel israelí) ha sentado como un jarro de agua fría al Gobierno y la derecha israelí, que ha reaccionado con duras críticas a su decisión, en las que algunos aprecian incluso antisemitismo. Portman se negó a ir por la escalada de violencia en Gaza.