Véronique Fernández Ramírez, esposa de Zinedine Zidane, Zizou para los amigos, flamante entrenador del Real Madrid, es una especie de reina Letizia de la realeza futbolera. Nació en Rodez (Aveyron, Francia), en la familia formada por Antonio Fernández y Ana Ramírez, emigrantes de El Chive, barriada del municipio almeriense de Lubrín. Su encuentro con el exfutbolista de origen argelino en una discoteca de París hace 26 años cambió su vida.

En Rodez, Véronique y su hermana Sandrine despuntaron como majorettes. La señora Zidane llegó, incluso, a capitanear el grupo local. Luego obtuvo una beca para estudiar ballet, a la que renunció para instalarse en Burdeos con el futbolista, célebre por su juego barroco. Con el paso de los años ese papel de capitana se ha acentuado, hasta el punto de convertirse en la jefa suprema del clan más "blanco" de España.

Véronique, única de la casa que no da patadas al balón, está orgullosa de sus cuatro hijos y, claro está, de su famoso marido. Enzo, Luca, Theo y Elyaz prometen en la cantera del Real Madrid. A Enzo, de 20 años, centrocampista como su padre, hasta hace unos días lo entrenaba el propio Zinedine en el Castilla, segundo equipo del Madrid. El primogénito se llama como el jugador uruguayo Enzo Franescoli, el ídolo de papá. En el campo usa el Fernández materno, por aquello de no levantar suspicacias. Luca, el segundo, tiene 17 años y juega como portero en la división juvenil del Real Madrid. Theo, de 13, y Elyaz, de 10, también forman parte de categorías inferiores del club merengue, que preside Florentino Pérez.

Véronique está encantada. Dicen que ella se empeñó en dejar Turín, donde Zinedine era la estrella de la Juventus que presidía Giovanni Agnelli. Quería vivir en España, cerca de su mar andaluz. Lo consiguió, y no de cualquier manera. La familia reside en la zona 1 de la urbanización "La Finca", en el municipio de Pozuelo de Alarcón, que suma en España una de las mayores concentraciones de celebridades por metro cuadrado.

La casa, diseñada por Joaquín Torres, no es precisamente de estilo minimalista, y refleja los gustos barrocos del propietario. Torres tuvo sus más y sus menos con el jugador, que encargó el jardín al paisajista de Port Aventura.

Ni Zizou ni Véronique pisaron mullidas alfombras de pequeños. Los padres del deportista, Smail y Malika, dejaron Aguemune, la aldea cabileña donde vivían, en tierra de bereberes, después de que Argelia se independizase de Francia, en 1962. Se instalaron en el barrio marsellés de La Castellane. Tuvieron cinco hijos. Zinedine Yazid es el tercero. A los 14 años se marchó a Cannes para jugar al fútbol y nunca regresó a Marsella.

Cuando conoció a Véronique, en 1989, él sólo era una promesa de 17 años y ella, una aspirante a bailarina, de 19. Cuentan sus familiares que "nada más verla, Zinedine supo que tenía delante al amor de su vida". Debe de ser cierto, porque 26 años después siguen juntos. El exfutbolista que consiguió el "Balón de Oro" en 1998, exintegrante de la selección francesa, se define como un hombre muy familiar: "La familia es lo primero para mí", suele decir. Seguro que ahora, con millones de madridistas escudriñándole, sitúa al equipo al mismo nivel; después de todo, los Zidane dominan en el Bernabéu.