Su avaricia era tanta que cuando les aconsejaron que depusiesen su actitud, que invirtiesen los términos, los perdieron en la Bolsa.
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¿Qué pensará la abeja cuando choca contra el vidrio?
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Solemos creer que el futuro es cosa del futuro. Es un error garrafal.
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Se quería acostar con ella y con su madre, aunque por diferentes motivos.
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La noche es el estado más estúpido del ser humano.
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Creo que nunca podré enfrentarme a la melancolía. Nos llevamos bien.
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¿Qué queda de aquellos tiempos en los que ya no quedaba nada?
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Lo que está en juego no nos incumbe.
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Cuando uno se aproxima a la comisura de los labios, se afeita con mayor precaución.
