El 4 de marzo se clausuró en Vigo la exposición del pergamino que contiene las siete cantigas de amigo de Martín Códax, auténtica joya de la literatura medieval peninsular. Desaparecido durante siglos, fue descubierto en 1914 por el librero madrileño Pedro Vindel, quien lo vendió a un particular cuyos herederos se desprendieron de él, yendo a parar finalmente a la Biblioteca Morgan de Nueva York, su actual propietario. El pleno del Ayuntamiento de Vigo, con los votos del partido socialista al que pertenece su alcalde, Abel Caballero, ha solicitado de la Xunta de Galicia y del Ministerio de Cultura el inicio de acciones encaminadas a lograr la recuperación de un documento que tiene en nuestra tierra su origen y contexto. Esta iniciativa merece ser apoyada pues no se comprende que una obra fundamental de la lírica galaico-portuguesa, escrita en gallego y ambientada en Galicia permanezca para siempre en la metrópolis estadounidense.