El ritmo actual de desarrollo de la ciencia y la tecnología está posibilitando, en un corto periodo de tiempo (contemplado desde una perspectiva histórica), la materialización de diversas cuestiones que pertenecían al ámbito de la ciencia ficción. Así, por ejemplo, parece que la policía del Reino Unido está pensando en aplicar un sistema basado en la inteligencia artificial para predecir la comisión de actos violentos a manos de personas con antecedentes penales por delitos de esta índole, estableciendo contacto con éstas al objeto de brindarles asesoramiento y ayuda institucional que pueda evitar la repetición de acciones similares.

Controvertida materia la de abrir las puertas a la injerencia estatal en la vida de los ciudadanos atendiendo a los datos manejados y analizados de forma continua por cerebros artificiales, pues existe la posibilidad de adentrarse en un espacio de vigilancia y limitación preventiva que suponga un riesgo creciente para las libertades individuales y colectivas.