Primer baile con dudas

Pilar tiene 81 años, nació en A Silva y se queja de que nadie la avisó para asistir al primer baile del centro cívico del barrio. "Llevo toda la vida aquí y nadie me dice nada y ahora, viene una señora de O Castrillón a preguntarme dónde está el edificio que inauguran y yo, ni idea", se lamentaba ayer Pilar.

La concejal de Servicios Sociales, Silvia Longueira, sin embargo, asegura que el Concello hizo un "buzoneo" con el anuncio de la apertura del centro y que hasta los conserjes lo dijeron a los vecinos; de todos modos, se escuda en que el baile de ayer era un acto abierto a todo el público y en que todos los interesados podrán ir de lunes a viernes de diez a dos y de cuatro y media a ocho de la tarde a leer el periódico y a participar en las actividades que organiza el centro que, además de vecinal, según Longueira, será también la sede de tres asociaciones de la ciudad: Tierra de Hombres, Aseser Teranga y la Liga Reumatolóxica.

Al ritmo de La quinta estación y su El sol no regresa, que sonaba dentro del inmueble, la plataforma de vecinos de O Ventorrillo perjudicados por el tráfico de drogas en Penamoa mostró su desacuerdo con el trabajo de la edil. Los miembros de otros barrios y los vecinos que acudieron, sin embargo, se limitaron a bailar, a tomar café y a pasárselo bien, aunque más de uno se preguntó si el techo del local en el que estaban bailando realmente iba a quedar así con la estructura a la vista o es que estaba sin terminar.

La respuesta la tiene la concejal: "Se queda así. Tiene que haber gustos para todos". Lo que todavía está en proceso de construcción es la parte de atrás que ahora sirve de aparcamiento y que tiene vallas plagadas de zarzas. "Aquí habrá un huerto ecológico, vamos poco a poco y dependemos de Infraestructuras y Jardines para acabar la obra, pero calculo que empezaremos en primavera", adelantó la edil, que prevé que, en las próximas semanas, los artistas locales encargados de darle el acabado final al edificio empiecen a darle la primera imprimación de producto a las paredes para que la pintura se fije cuando llegue el buen tiempo y la hora de cambiarle de cara al ladrillo.

Los vecinos que se manifestaron fuera se quejan de que el Ayuntamiento se ha olvidado de ellos, tanto que, a diferencia de otros barrios, ni siquiera tienen la foto del alcalde, Javier Losada, con la nueva infraestructura y se preguntan por qué les evita el regidor. Algunos opinan que la respuesta es que el Concello avisó en junio de 2007 a los vecinos de A Silva de que el colegio reconvertido en centro cívico abriría sus puertas "en breve", algo que no pasó hasta, según Longueira, finales de 2010. La falta de una inauguración la achaca a que el centro cívico se abrió antes de las fiestas de Navidad, después, como todos los de la red, se cerró y, con el nuevo año, se volvió a abrir, aunque con muchas dudas de los vecinos, que no saben si tendrán libre acceso o lo podrán usar sólo cuando no estén las asociaciones.