Un matrimonio acusado de estafar a inmigrantes dice que les daba trabajo

La sección primera de la Audiencia Provincial celebró ayer por la mañana la vista contra un matrimonio acusado de estafar a inmigrantes, a los que presuntamente les exigían el pago de 10.000 euros a cambio de tramitarles los documentos de entrada en el país y de proporcionarles un trabajo durante al menos un año. Al poco de contratarlos y empadronarlos, sin embargo, los daban de baja de la empresa de su titularidad, llegando a falsificar para ello la firma de las víctimas, según la acusación pública.

"Los contratábamos porque trabajábamos en Marina d'Or y necesitábamos a mucha gente porque iba todo muy rápido, hacían muchos pisos", declaró el procesado, que era el administrador de la empresa de electricidad implicada en la trama. "Yo de la documentación no entiendo. No recibí dinero de ellos ni sé si pagaron", recalcó el imputado, que se enfrenta, al igual que su mujer, que trabajaba en la compañía, a nueve años de cárcel.

El sospechoso aseguró que desconoce cómo llegaban a España los inmigrantes, todos ellos de nacionalidad marroquí, aunque admitió que fue a buscar a algunos a la estación de autobuses de A Coruña, desde donde los trasladó a un piso de alquiler que tenía la empresa en las inmediaciones. "Del tema de papeles no hice nada", recalcó el imputado, al tiempo que señaló que "sabía" que algunos de sus empleados "se iban al poco tiempo".

"Nunca les pedí que firmasen la baja voluntaria. No falsifiqué nada y si hubiese sabido que lo hacía alguien de la empresa, lo hubiese despedido", destacó el procesado. Su mujer también negó haber captado a inmigrantes haciéndoles creer que tendrían un trabajo estable en España. El representante del Ministerio público indica en su informe que los inmigrantes, tras pagar a los procesados 10.000 euros y quedarse sin trabajo, se quedaban en una situación de indefensión, "totalmente desamparados, sin trabajo y sin recursos".