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Barcelona-A Coruña, en 24h

Tendrían que haber llegado ayer en tren a las 11.15h a A Coruña, pero llegaron a las 19.40h y en bus, casi 24 horas después de haber cogido el Tren Hotel en Barcelona

Barcelona-A Coruña, en 24h

Tendrían que haber llegado a las 11.15 horas a A Coruña, pero, finalmente, consiguieron abrazar a sus familias a las 19.40 horas casi 24 horas después de haber cogido el Tren Hotel en Barcelona, que salió a las 20.20 h. Llegaron en un autobús, cansados, sin batería en los teléfonos móviles y con mucha indignación e impotencia.

"Esto es una vergüenza. Estuvimos cuatro horas parados en Burgos, sin calefacción, sin luz... Nos dijeron que se había estropeado la máquina que tira del tren y que la iban a cambiar. Serían las tres de la mañana y estábamos a un grado bajo cero, en mitad de la nada", relataba ayer a su llegada a A Coruña María Amor, una de las pasajeras. Era solo la primera parte de su aventura y su largo viaje y es que, una hora más tarde de haber arrancado por segunda vez -sobre las ocho de la mañana- el tren volvió a pararse, estaban entre Palencia y León. "Nos dijeron que había problemas climatológicos, que la catenaria estaba congelada, que habían robado unos cables... Y estuvimos otras tres horas parados. Nos dijeron que nos invitaban a café, pero si querías cacao, por ejemplo, lo tenías que pagar. Después nos dijeron que nos enviaban otro tren y, sobre la una de la tarde, cuando llegó, vimos que era como un regional y que no cabíamos todos [eran unos 200 pasajeros]", explicaba María Amor. Entonces, se tuvieron que apañar como pudieron.

"Yo vine cinco horas de pie", denunciaba ayer Iago Velo, indignado por el trato recibido. "Cuando fui a hablar con el interventor me dijo: 'es lo que hay'. Solo me daba dos opciones, ir de pie o bajarme en León, coger un tren a Ourense y, de ahí, ir a A Coruña", comentaba ayer Iago Velo, que se quejaba de que tenían más información su madre y su hermana desde A Coruña de qué le pasaba al tren que los propios pasajeros. Para su compañera, Gara Álvarez, una de las peores situaciones se dio en este segundo tren, ya que sólo había "dos baños" que quedaron inutilizados "a la hora" de reiniciar el camino de vuelta a casa. Ya en el nuevo tren, les ofrecieron una magdalena y un zumo y, más adelante, les llevaron unos "potitos fríos" para los bebés. Al llegar a Monforte los pasajeros que iban hacia A Coruña tomaron un autobús.

Cristina Sánchez le quitaba ayer hierro a la situación y, a diferencia de casi todos sus compañeros de viaje se mostraba satisfecha con que estuviesen "todos bien" y con que Renfe les diese una carta en la que les pedía disculpas y les decía que les devolvería el importe íntegro del billete y que les regalaba, por las molestias, un pasaje de ida y vuelta a un lugar de España.

Fuentes oficiales de Renfe explicaron ayer que se había producido un enganche en la catenaria entre Paredes de Nava y Villalumbroso (Palencia), por lo que se tuvo que proceder al transbordo de los viajeros e incidieron en que los pasajeros habían recibido mantas, avituallamiento y bebida. Los clientes, sin embargo, no consideran que "un bocadillo de mortadela, una botella de agua y una manzana" fuesen suficientes para ayudarles a pasar mejor esta odisea.

Entre los pasajeros había una pareja que se casará este sábado y que viajaba con el traje de la ceremonia, una mujer con problemas de movilidad a la que los viajeros tuvieron que ayudar en los transbordos y, al menos, dos bebés. La madre y la hermana de Iago Velo trataron de solucionar el problema desde A Coruña. "Llamamos a la Guardia Civil y a la Policía Nacional para que parasen el tren y los pusiesen en uno en el que pudiesen ir todos sentados, pero no podían hacer nada. Esto es una vergüenza", denunciaba ayer Isabel Gantes, madre de Iago Velo.

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