El Gobierno local baja al ruedo de los vecinos

Pedir explicaciones al alcalde o plantear sugerencias sobre cualquier cuestión de la ciudad. Y hacerlo cara a cara. Estos son los principales objetivos de Dillo ti, un programa de rendición de cuentas que pone en marcha este sábado a las 12.00 horas el Gobierno local en el centro cívico de San Diego y que se celebrará todos los últimos fines de semana de cada mes en un barrio diferente de la ciudad.

La participación será abierta a cualquier ciudadano en esta actividad, con la que el Ejecutivo pretende crear una nueva ventana de interlocución mensual que, durante hora y media, acerque los cargos elegidos a los electores. "La idea es que la gente vaya a los centros cívicos a debatir libremente sobre cualquier tema que tengan a bien, y trasladen al alcalde y los concejales sus propuestas, ideas, problemas y demandas", aseguró ayer en la presentación de la iniciativa el alcalde, Xulio Ferreiro.

El Ejecutivo desarrollará a lo largo de esta semana un trabajo de difusión del acto en el barrio de Os Castros y A Gaiteira y una mediadora explicará la filosofía de este programa a pie de calle. "Queremos que sean encuentros plurales, y que toda esa diversidad de la ciudad esté presente", indicó la concejal de Participación e Innovación Democrática, Claudia Delso.

La supresión de obstáculos entre Gobierno y vecinos fue una de las banderas de la Marea Atlántica durante las elecciones municipales y, hasta el momento, ha sido uno de los ejes de actuación al que más prioridad ha dado el Ejecutivo. En siete meses de mandato se ha puesto en marcha el conocido como Escaño Ciudadano, es decir, un turno en los plenos abierto a la participación de vecinos, con el fin de que trasladen cualquier queja o pregunta al Gobierno, teniendo derecho a recibir respuesta de alguno de los concejales.

Fuentes del Gobierno local aseguraron en los últimos meses, sin embargo, que estudiarían realizar cambios en este turno de palabra, que suscitó quejas por su tardío inicio y por los problemas de conciliación que esto podría causar a los vecinos interesados en participar.

También se ha puesto en marcha en estos meses el proceso A Porta Aberta, que consistió en una serie de reuniones presenciales en las que participaron cerca de 1.000 personas con el objetivo de diseñar un nuevo sistema de distritos a partir de las delimitaciones que cada vecino hacía de las fronteras de los barrios coruñeses. El proceso, que ya ha concluido la fase de recabación de información, todavía no se ha materializado en ninguna propuesta concreta de división distrital, algo para lo que el Gobierno tampoco ha puesto plazos.

Actualmente, A Coruña se divide en dos únicos distritos, Pescadería y Oza, aprobados en 2003, aunque sin utilidad de ningún tipo, para cumplir con un cambio de legislación a nivel estatal. Ahora, el Ejecutivo pretende que esta nueva estructura de distritos sirva para descentralizar la gestión del Gobierno a los barrios, creando espacios de referencia en los que los vecinos puedan realizar trámites y consultas.

Esta primera fase de A Porta Aberta ha detectado la existencia de 201 barrios en la ciudad, a partir de las aportaciones de los vecinos y las investigaciones realizadas por el Concello en archivos históricos. Sus límites y las relaciones trazadas entre cada uno de ellos servirá, precisamente, para diseñar el futuro mapa de distritos coruñeses.