Un pequeño 'picasso' de gran valor

Un picassito de un millón de euros. Una pequeña tela cuadrada de poco más de quince centímetros por lado, que encierra el retrato de un anciano y que el pintor malagueño creó en su última etapa en la ciudad. Una obra inédita que se podrá ver desde hoy en la casa Picasso de Payo Gómez hasta el 22 de abril.

La exhibición se encuadra dentro del ciclo Obra invitada, que consiste en la exposición pública de una pieza artística de relevancia en el espacio cultural de la casa museo. Retrato de hombre viejo, fechado entre finales de 1894 y principios de 1985, pertenece a una colección particular y fue el abuelo de su propietaria quien lo compró directamente a Picasso, según relató Francisco Muiños, director de proyectos de la entidad organizadora, Arteca. Ha permanecido en París y Estados Unidos estos 25 años y está valorada en un millón de euros, explicó Muiños, que avanzó que habrá una gran cita relacionada también con el genio malagueño en primavera y que aseguró que trabajan para que alguna de las piezas como esta se queden en A Coruña.

El ciclo Obra invitada arrancó el pasado año con la exhibición de La alternativa, un cuadro inédito que pudo estar inspirado en el desaparecido Muelle del Hierro coruñés y cuyo nombre se debe, explicaron en la presentación, a uno de los lienzos de gran formato en los que trabajaba el padre de Picasso, que regaló a su hijo al cumplir catorce años. Fueron a verlo 3.000 personas entre noviembre y diciembre.

Retrato de hombre viejo da el relevo a Autorretrato con bombín, el primer cuadro del coruñés Germán Taibo, que ha estado en las paredes del centro rehabilitado de Payo Gómez en las últimas semanas. Estará a la vista del público hasta el 22 de abril. La exposición coincide con el 121º aniversario de la primera exposición de Picasso, que se celebró el 20 de febrero de 1895 en una tienda de la calle Real. También hoy se cumple un año de la inauguración de la muestra conmemorativa del 120 aniversario en el Museo de Belas Artes, la mayor reunión de piezas de la trayectoria coruñesa del malagueño, organizada para reivindicar la importancia de la etapa de Picasso en la ciudad, donde vivió desde 1891 hasta 1895. La exposición hilaba esta etapa con su obra posterior y la conectaba también con la de artistas gallegos contemporáneos a su estancia, con cuadros de contemporáneos como Isidoro Brocos, Román Navarro, Gumersindo Pardo Reguera, Ovidio Murguía o su propio padre, José Ruiz Blasco.