"Los locales esperamos que haya aún más movimiento cuando reabra la fábrica"

Al frente de O Chicote, un mesón clásico con clientela habitual de la calle Ramón y Cajal, está desde hace siete años, cuando reabrió el local tras seis meses cerrado, José Antonio Sánchez Aller, quien recuerda que su clientela aumentó cuando había obras en los bloques de pisos de la antigua Fábrica de Tabacos, paralizadas ahora en dos. Apunta que algunos locales de su calle y de otras paralelas o perpendiculares que habían cerrado hace unos años volvieron a abrir y augura que la apertura de la fábrica como sede judicial impulsará viejos y nuevos negocios. "Esta zona siempre tuvo actividad hostelera constante por estar cerca de la entrada del puerto. Durante cinco o seis años, con todas las obras que hubo aquí, se trabajó bien y se facturó mucho. Aquí muchos tenemos esperanza de que haya aún más movimiento cuando vengan los órganos judiciales porque en realidad hay clientes de todo tipo, gente mayor en un tipo de locales y más joven en otros", comenta Sánchez Aller.