La intermodal, de alcalde a alcaldesa

Tres son las infraestructuras de financiación estatal a las que la nueva alcaldesa, Inés Rey, da prioridad. Las mencionó en campaña, en su discurso de investidura y ayer, en un encuentro con el delegado del Gobierno, el socialista Javier Losada: el Vial 18, el tren a Langosteira y la intermodal, un proyecto que aún no se ha materializado pese a que lo presentó el propio Losada, cuando era regidor, antes de las elecciones del año 2011.

El proyecto era entonces diferente, de otra época, de mayor envergadura y coste, y que se sostenía también en operaciones inmobiliarias en el entorno de San Cristóbal y en los terrenos liberados por el bus en A Cubela. También se preveían zonas comerciales y usos hoteleros. Ocho años más tarde y tras el fin de la burbuja del ladrillo, se replanificó y rebajó su coste. Entró además una tercera administración, la Xunta, que se responsabilizó de la nueva terminal de autobuses.

Losada trasladó a Inés Rey que el Gobierno central trabaja "a marchas forzadas" para licitar la obra, según una nota de prensa enviada tras el encuentro en María Pita, al que no fueron convocados medios de comunicación. Adif había anunciado que abriría el concurso en el primer semestre que termina, después de que, a dos meses de las elecciones generales, se publicase el anuncio en el Diario Oficial de la UE, un trámite obligatorio previo a la convocatoria. También figuraba en el DOUE el tren a Langosteira, imprescindible para el traslado de los tráficos, pero sin plazos fijados, presupuesto ni financiación definida, aunque avanzando que la intención es recibir fondos comunitarios, optando al plan Conectar Europa 2021-2027.

Rey y Losada tienen en agenda la ampliación de Alfonso Molina, ya que el PSOE rechaza aumentar carriles. En enero, el proyecto de presupuestos generales de Pedro Sánchez, que no salió adelante, recortaba de nuevo la consignación al proyecto, con 100.000 euros. La incógnita es qué ocurrirá con la pasarela de Pedralonga, que iba asociada al ensanchamiento del principal vial de entrada a la ciudad, y con la humanización de los bordes que había solicitado Marea Atlántica y cuyo proyecto fue encargado también por Fomento.