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Bienvenido a casa, tercer trimestre

Los estudiantes de A Coruña reciben el inicio de la última etapa del curso con incertidumbre y sin saber si podrán volver a sus centros antes del verano

Bienvenido a casa, tercer trimestre

Hoy da comienzo el tercer trimestre del calendario escolar, pero este año, como novedad, los estudiantes recibirán la última etapa del curso desde sus casas a causa de la cuarentena. Y no ha sido el único cambio. La incertidumbre de no saber si volverán a sus centros antes de que termine el curso se extiende entre profesores y alumnos, y muchos de estos últimos ya han verbalizado algo que jamás creyeron que llegarían a decir: que echan de menos el colegio. "Echo en falta salir a la calle, pero el instituto es lo que más, porque al final las clases son divertidas y te marcan una rutina", cuenta María Mosquera, de 13 años, alumna de segundo de ESO.

La joven estudiante del colegio Santo Domingo FESD afirma que esta es una situación "que nadie creyó que fuese a ocurrir jamás". "Me preocupan las notas, porque todavía no sabemos qué métodos de evaluación se van a seguir. También echo de menos a mis amigos, pero al menos puedo hablar con ellos por teléfono", dice María, que no puede evitar preguntarse cómo pasaría la cuarentena la generación de sus padres, sin tecnologías: "Habría sido un rollo".

La preocupación del alumnado por su nivel académico es generalizada. Lola Piñón, también alumna del Santo Domingo, asegura que no lleva mal el confinamiento, pero sí algo peor el no saber si podrán seguir avanzando en las asignaturas: "Me gustaría poder seguir adelante con las videoclases que cuelgan algunos profesores. No quiero estancarme y que el año que viene nos enfrentemos a un curso más difícil".

Ya sea con materia nueva o con ejercicios de refuerzo, todos los estudiantes, independientemente de su edad, reciben tareas para realizar en casa. "Cada semana nos mandan una lista de deberes. No son para entregar, pero nos recomiendan ir al día y consultar dudas", asegura Blanca Uzal, alumna de sexto de Primaria en el Colegio Calasanz. Matemáticas es, según ella, la asignatura más complicada a la hora de estudiar desde casa, y afirma que a veces recurre a su hermano Hugo, de 13 años, para que le resuelva sus dudas.

Un poco más complicado lo tienen los estudiantes de Bachillerato, que este año se enfrentan a una selectividad y a una evaluación final todavía sin determinar. El hermano de Lola, Óscar Piñón, aspira a entrar en la carrera de Odontología el año que viene, y cuenta que el principal problema de esta cuarentena es "la ausencia de directrices oficiales". "No sabemos si nos van a recortar materia ni si nos van a evaluar los trabajos que estamos haciendo. Cada vez faltan menos días, y así no podemos organizarnos", denuncia el estudiante.

En Educación Infantil los deberes son un poco diferentes. "Cada semana nos envían actividades voluntarias que podemos hacer en familia: juegos, canciones en inglés, manualidades...", explica María Varela, madre de Leo Rodríguez. Leo estudia en el colegio Salesiano San Juan Bosco, y cumplió cinco años durante la cuarentena.

Tal y como él mismo cuenta, lo celebró en su casa "con una tarta de lacasitos". "Hago las tareas en casa, y las hago muy bien", explica el pequeño, que afirma echar de menos sobre todo a sus amigos, a sus profesores y su deporte favorito, el hockey.

El apoyo de las familias a la hora de hacer las tareas es fundamental ante la ausencia de los profesores, y el tiempo de cuarentena ha demostrado que los niños están encantados de poder pasar mucho más tiempo con los suyos. "A veces les pregunto dudas a papá y a mamá, pero luego sigo haciendo los deberes yo sola", explica Lucía Mosquera, alumna de segundo de Primaria en La Grande Obra de Atocha. Su hermana Nerea, de 10 años, también cuenta que durante la cuarentena ha aprendido a "valorar más el tiempo en familia": "Jugamos al parchís, estudiamos juntos y hacemos zumba".

Para otros, si tuviesen que elegir, la decisión estaría más que clara. "Me gustaría estudiar siempre en casa. Prefiero hacer los deberes con mamá", asegura Lucas Roca, de 9 años y alumno de tercero de Primaria en el colegio Curros Enríquez.

Mientras tanto, hay quienes piensan en lo primero que les gustaría hacer en cuanto se les permita salir a la calle. "Yo quiero ir a la playa de Riazor con mis amigos", dice María. Lola optaría por ver a su familia y hacer una gran comida "como las de antes", mientras que Hugo y Blanca se conformarían con pasear y bajar al parque. Leo Rodríguez quiere reencontrarse con sus compañeros de clase, Lucía ir a pasear en bici y Lucas espera volver a jugar al fútbol con su equipo. El confinamiento es duro para todos ellos, pero conocen el motivo por el que deben permanecer en casa. "Sabemos que haciendo esto se salvan un montón de vidas", concluye Nerea Mosquera.

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