Síguenos en redes sociales:

Una niña de 10 años que cambia el urbanismo

Natalia Rouco pidió por carta a la alcaldesa que mejorase la seguridad vial en el entorno del López Seoane, zona renovada bajo su criterio

Una niña de 10 años que cambia el urbanismo// L. O.

Cuando Natalia Rouco, de diez años, se sentó un día en su mesa para escribir una carta a la alcaldesa, Inés Rey, no solo pensó que no obtendría respuesta sino que ni siquiera imaginó que sus peticiones se harían realidad. Ahora pasea, junto a sus padres, Rocío y Juan, por una ronda de Monte Alto que ella misma ideó. "Yo voy al colegio Víctor López Seoane. Se me ocurrió escribirle una carta porque siempre que cruzábamos, veía que los coches iban a mucha velocidad y no paraba. Me daba miedo", confiesa.

Ese "peligro" que la pequeña y sus compañeros de clase detectaron fue trasladado al Gobierno local, al que pidió que tomase medidas para aumentar la seguridad de los peatones en la zona, con semáforos o badenes, así como que aportase solución para las escaleras que conectan la ronda de Monte Alto con la vía ártabra.

Rouco esperó paciente a que llegase a una respuesta. Ahora guarda en casa la carta de la alcaldesa como si fuese un tesoro. Para no equivocarse, la coge y lee textualmente lo que le respondió. "Me dijo que muchas personas le escribían cartas, pero que la mía, de una niña de 9 años, tan bien escrita, que le contaba una preocupación seria, le motivaba especialmente", lee con serenidad.

Cuenta la pequeña que Inés Rey le confesó que desde que era conocedora de la situación en el entorno del Víctor López Seoane, "los técnicos de Movilidad se habían puesto a hacer un plan para mejorar la seguridad vial". Ahí no acabó la sorpresa de Natalia Rouco. El Concello la quiso hacer partícipe de este proyecto. "Me dijeron que tenían varias alternativas y que querían contármelas", recuerda, todavía con un toque de orgullo en la voz. La invitaron a ella, junto a sus padres, a pasear "con la alcaldesa, los técnicos de movilidad y agentes de la Policía Local". Eso fue el pasado invierno. Y hoy ya es una realidad. "No esperaba que por una carta pasase todo esto", dice, sorprendida, una pequeña que ha puesto su granito de arena al urbanismo coruñés.

El Concello ha mejorado los pasos de peatones de la ronda de Monte Alto y los accesos al colegio Víctor López Seoane. También se han ampliado y pavimentado las aceras y se ha creado una plataforma única. Natalia Rouco, que ahora va más atenta cuando pasea para detectar las deficiencias que hay en la ciudad en cuanto a seguridad vial, está "orgullosa" de lo conseguido, aunque prefiere no chulearse ante sus compañeros. "Les había contado antes del confinamiento que la alcaldesa me había contestado a la carta, pero ahora no quería llegar a clase como si fuese la reina del mundo", comenta con una madurez impropia de su edad.

La niña, que paseó esta semana por la zona con Inés Rey y los concejales de Movilidad y Medio Ambiente, indica que las obras han permitido contar con "un sitio más seguro". Rouco es un ejemplo a seguir y eso que para que su propuesta se hiciese realidad solo necesito papel, bolígrafo y las ideas claras.

Pulsa para ver más contenido para ti