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Ingredientes para una ‘masa madre’

La matrona Diolitza Cajigal publica un libro en el que analiza la maternidad a modo de analogía con la fermentación del pan

Ingredientes para una ‘masa madre’

Diolitza Cajigal es madre y matrona, ambas por vocación. Dos facetas interdependientes que confluyen en el libro que acaba de publicar, Una masa madre, que analiza los miles de matices y elementos que forman parte del trance de la maternidad en base a una premisa muy simple: el proceso de fermentación del pan.

“Para hacer pan hacen falta agua y harina, nada más. Lo fundamental es partir de una buena masa madre. En la maternidad, lo mismo. lo único que necesitas es una mujer completa, conectada consigo misma y consciente de lo que quiere y a dónde va”, apostilla Cajigal. De lo que no cabe la menor duda es de que habla con conocimiento de causa: la avalan, a sus espaldas, 21 años como matrona en el Materno y otros 10 como enfermera. Recientemente, decidió mudarse a un hospital comarcal en Cee, lugares en los que, en contraposición con los complejos hospitalarios grandes, la experiencia del parto conserva su carácter íntimo.

En Una masa madre, Diolitza Cajigal desgrana una serie de pautas con las que madres futuras o presentes puedan conformar una guía a la hora de conformar la mejor “masa madre” con la que afrontar y disfrutar en su totalidad de la experiencia. “La maternidad debe dar un giro tremendo, no puede verse como algo superficial. La madre tiene que tener en cuenta todo lo que abarca, y hacerlo con libertad de elegir. Que sepa donde se mete y lo que puede dar de ella”, propone Cajigal. Anima a las mujeres a ponerse a sí mismas en el centro a la hora de embarcarse en la aventura de la maternidad, sin olvidar que se trata, asegura, del acto de generosidad más grande que existe. “Ser madre es un gran desafío, porque te revuelve. Se enfoca mucho a nivel físico, pero es importante trabajar también con una misma a nivel mental y emocional”, asegura.

Tras haber conocido a miles de madres y ayudado a traer al mundo a miles de niños, Diolitza Cajigal tiene claro que ostenta “la profesión más bonita del mundo”. Así trata de desempeñarse día a día. “Cuando hago mi trabajo, estoy al servicio de la madre. El papel de la matrona es velar por la madre. Es bonito, trabajamos por la vida”.

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