Varias personas se van de una casa ocupada del Barrio de las Flores tras la presión vecinal

Al menos cuatro personas abandonaron ayer tras una fuerte presión vecinal una casa que habían ocupado en el Barrio de las Flores en una zona peatonal de la calle Rosas que linda con Claveles y que desemboca en la plaza de los Fresnos, casi llegando a la ronda Camilo José Cela. Dos parejas jóvenes desalojadas, entre las que se encontraba una embarazada, desistieron de la ocupación ante dotaciones de la Policía Local y Nacional que se personaron en el lugar por el revuelo generado y por la presión del vecindario, que acusaba a los ocupas de hacer ruido y de perturbar hasta altas horas al resto de habitantes de la zona.

Ya el domingo, al poco de sentir su llegada, grupos de vecinos se hicieron notar delante de la vivienda de dos alturas para exigir que se marchasen los ocupantes, que en algunos momentos contaron con más personas en la casa. Finalmente, la presencia de la policía consiguió que se apaciguasen los ánimos y que los residentes cesasen en un primer momento en sus peticiones. Ayer, lunes, volvieron a insistir en su reivindicación y, a pesar de que el 092 y el 091 volvieron a acudir al Barrio de las Flores y por el mismo motivo, optaron por marcharse. Durante este segundo día, muchos habitantes del barrio ya se habían acercado de nuevo a las puertas del domicilio para mostrar su disconformidad con la ocupación y otros vecinos habían seguido la evolución de los acontecimientos desde las ventanas de sus casas o desde las zonas comunes de los grandes bloques de viviendas de alrededor.

Como marca el protocolo en estos casos y sobre todo cuando en el grupo de afectados hay una embarazada, la Policía Local ofertó a las personas que dejaban el domicilio la posibilidad de pernoctar en un albergue o en alguna dependencia municipal habilitada para tal efecto. En un principio, no se mostraron receptivos ante la propuesta hecha por los agentes y se fueron por su propio pie del lugar.

Alerta entre los residentes

Algunos de los habitantes del Barrio de las Flores que viven en las calles contiguas o en la misma vía de la casa ocupada no quieren que se vuelvan a repetir estas situaciones en algunas de las viviendas que se encuentran deshabitadas y por eso, según fuentes vecinales, se organizarán para tapiar algunos domicilios o para estar alerta ante la presencia de potenciales ocupas. Este episodio de ocupación de viviendas vacías, en esta ocasión frustrado, se repite en varias zonas de la ciudad.