La Policía Nacional detuvo a dos hombres por un delito de estafa tras comprobar que adquirían tarjetas bancarias que habían sido sustraídas para hacer cargos con ellas en terminales de pago instalados en un establecimiento regentado por los sospechosos, una tienda de alimentación en la avenida de Fisterra, a la altura de la Sagrada Familia.

La investigación se inició cuando se detectó la comisión de numerosos delitos contra el patrimonio en una zona concreta de la ciudad, principalmente delitos de hurto al descuido y robos con fuerza en interior de vehículos. En todas las sustracciones se producían apropiaciones de tarjetas bancarias que, posteriormente, se utilizaban en un comercio concreto de la misma zona de la ciudad.

Durante la investigación policial, se comprobó que los dos hombres que regentaban ese establecimiento adquirían las tarjetas de crédito, sustraídas por otras personas, para hacer cargos con ellas y apropiarse del dinero de las cuentas de sus titulares. Utilizaban los terminales de pago de su tienda para hacer numerosos cargos en cada tarjeta pero siempre de pequeñas cantidades, con el fin de intentar que los movimientos pasaran desapercibidos para los perjudicados. Los cargos superan los 3.000 euros. En el registro de su establecimiento, se localizaron también teléfonos móviles y efectos personales de todo tipo.