El ADN coruñés de los Premios GoyaVíctor Echave
El audiovisual gallego ha salido de los premios Goyareforzado. Con el reconocimiento al trabajo bajo el brazo: cuatro cabezones que abren un nuevo camino. Dos de ellos, además, con ADN coruñés. Un sello imborrable que, a su vez, es un orgullo.The Monkey, de Xosé Zapata, en cuya edición participó Fran X. Rodríguez, se llevó el premio al mejor cortometraje de animación, y Valentina, con la música de Nani García y las ilustraciones de David Pintor, recibió el Goya a mejor película de animación.
“Es un premio muy similar a una medalla olímpica. Puedes haber ganado muchos festivales y premios en otros sitios, pero nada es comparable a un Goya. Es muy especial”, confiesa Xosé Zapata, después de ser recibido en la Diputación por el presidente Valentín González Formoso.
El compositor Nani García.
Lleva su galardón con orgullo. Igual que la camiseta con la que promociona su corto. Recorrió casi mil kilómetros para llegar a Valencia y participar en una gala que jamás olvidará. Los nervios empezaron pronto: “Perdí el traje y tuve que ir a comprarme un esmoquin de urgencia”. Quizá eso le dio suerte. Consiguió sacarse la “espina clavada” de las tres nominaciones anteriores. Por eso tiene claro donde va a colocar su Goya: “En mi casa rural, en Arzúa”.
Fran X. Rodríguez, encargado de la edición de ‘The Monkey’. | // L. O.
En The Monkey también puso su granito de arena Fran X. Rodríguez. “Ha sido una alegría para todos”, reconoce. Pudo ver la gala desde un bar, donde celebró este éxito. “Es un proyecto de muchos años. Cuando me llegó a mí, para el montaje, ya se veía que iba a petarlo. La historia es muy buena”, comenta el encargado de la edición. El corto se sitúa en 1588, cuando un náufrago de la Armada Invencible enviada por Felipe II desde Lisboa para conquistar Inglaterra es capturado en una playa de Irlanda.
Valentina, Goya a mejor película de animación, relata la historia de una niña que sueña con ser trapecista, pero cree que nunca podrá conseguirlo por tener síndrome de Down. También conquistó a la Academia. “Es muy emocionante que una película con tanto trabajo y tantas dificultades haya conseguido este reconocimiento”, expone David Pintor, que ha diseñado a los personajes y los fondos. “Nunca había hecho nada parecido. Ver como Valentina pasaba del papel a moverse ha sido muy bonito”, añade.
El ilustrador David Pintor. | // VÍCTOR ECHAVE
La música que acompañó a esta niña soñadora nació del compositor Nani García. “Es una música muy divertida que tiene mucho que ver con los niños. Me gustó mucho el resultado”, analiza el músico, que hizo las bandas sonoras de De Profundis y Arrugas y participó en la chilena Una mujer fantástica, nominada a los Óscar en 2018. Quizá su papel en este Goya tiene “un poco más de trascendencia” porque el filme se trata de “un musical”, cuenta.
El futuro de la animación
Además de colocar un Goya en la estantería, que reconoce el trabajo bien hecho, los proyectos de The Monkey y Valentina demuestran que la animación gallega inicia una nueva etapa de éxitos. “Es la segunda edad de oro de la animación gallega, como digo yo. La primera fue a principios de siglo. Fue un boom. Éramos pioneros en Europa. Pero esa primera ola se frustró por la crisis en 2008 y muchas empresas del sector se ahogaron. En los últimos años, parece que ha mejorado y estos dos Goya certifican la recuperación”, resume Xosé Zapata, que destaca que A Coruña tiene “el mejor cineasta de animación de autor: Alberto Vázquez”.
Según las palabras del músico Nani García, “Galicia siempre tuvo un pie metido en la animación”, aunque cree que todavía queda camino por recorrer. Alerta de los obstáculos: “Los problemas son la financiación y los largos periodos de creación”. De todos modos, es optimista. “Talento hay, queda demostrados. Las dos películas de animación premiadas son gallegas”, apunta.
Fran X. Rodríguez opina que la animación gallega está “recogiendo los frutos” que ha sembrado, pero, avisa, “todavía tienen que cambiar muchas cosas”. Una de ellas es la financiación, como recordó García, pero ese es “un problema endémico de todo el audiovisual”, asegura. Lo que está claro es que este es un proceso de recuperación, de camino hacia el éxito, al que también se unen otros profesionales, como David Pintor: “Me ha gustado el mundo de la animación. Son cosas que surgen. Si en el futuro aparece otro proyecto del estilo y tengo tiempo y es interesante, todo se andará”.