Tiene el duende gitano y la visión urbana. Sobre este híbrido ganador se define la trayectoria musical de Raimundo Amador. Su espectáculo de fusión flamenca llega hoy al Náutico de San Vicente do Mar, en O Grove, augurando un colorido viaje musical por todo el globo.

-Fue de los primeros en apostar por la fusión del flamenco. ¿Cree que el futuro del género está en esta fórmula o que debe mantenerse fiel a su raíz más pura?

-Bueno, la fusión la empezamos, con Kiko Veneno, sin darnos cuenta, nos metimos ahí porque nos gustaba. Fuimos de los primeros grupos, pero ya había gente que estaba haciendo cosas, lo que pasa es que nosotros conseguimos una repercusión. Respecto al futuro del flamenco, yo no soy de esos que están insistiendo con la raíz pura del flamenco, al revés. Yo creo que la fusión está en todas partes, precisamente ayer estuve ayudando a un chico hindú en mi estudio, grabando algunas cosas para un disco suyo. Hay que abrirse a todo tipo de músicos. Lo mío es eso, investigar? cada vez me gusta más. Y ese es el camino que yo creo que hay que seguir.

-Es un guitarrista de orígenes muy humildes, muy cercano a la cultura urbana, ¿salió de ahí ese interés por la fusión?

-Sí, porque claro, cuando yo estaba tocando para la gente, venía uno y me decía, 'tócame un tango, de Carlos Gardel', y yo tocaba todo lo que iba saliendo. Ser el guitarrista de un tablao implicaba que cuando venía la gente tenía que adaptarme, si me pedían Las Grecas, Los Chichos? También mucho Paco de Lucía, Camarón? Conocía a un gitano que ya murió que también hacía canciones, no de flamencos, sino de italianos, y las filtraba con la rumba. Él siempre quería que le tocase yo porque decía que yo tenía un rollo muy abierto y porque sabía darle los tonos del flamenco. Entonces a mí me decía este hombre, Curro, de Triana, 'yo, donde toque, que toque Raimundo'.

-También fue pionero en el descubrimiento del público asiático. ¿Cómo fue la experiencia nipona?

-La experiencia en Japón fue muy bonita. Yo sólo estuve con Arrajatabla, pero en mi familia, mi primo, mi tío? han estado mucho en Japón, se han tirado hasta seis meses allí. Hay mucho interés por la música flamenca porque los japoneses son muy listos. Y son muy aficionados al flamenco igual que lo son al rock, al jazz? Eso también pasa en California. Hace años que también está muy de moda todo el tema del flamenco, pero los japoneses son los más adictos y de los primeros en ponerlo de moda.

-¿Veneno fue la primera gran irrupción del flamenco entre la música juvenil del país?

-Sí, hablando de fusión sí. Pero en cuanto a flamenco puro, no, lo que yo hice fue fusionarlo. Grabamos con la familia Montoya en el año 75, y Veneno nació en el 77. Montoya era un grupo flamenco. Ya metíamos algunas cosillas yo y mi hermano, pero allí era todo bastante ortodoxo. La fusión total llegó con Veneno. Y marcó un punto y aparte. La prueba está en que ese disco del 77 es muy bueno.

-Ha fusionado el género con artistas como BB King. ¿Cómo se adapta el flamenco a géneros tan dispares entre sí?

-No es ya el flamenco, es uno mismo. Ahora hay mucha gente que fusiona, pero si nosotros no hubiéramos iniciado un poco ese camino, a mí me parece que no sería tan popular. Digamos que nosotros lo abrimos a mucha gente. El flamenco no tiene que adaptarse, se adapta uno mismo. Uno puede ser flamenco y sentir la música de otros países.

-¿Cómo fue colaborar con artistas tan peculiares como Björk?

-Para mí fue encantador, maravilloso. Björk me ha gustado mucho siempre. Antes de tocar con ella ya era fan del grupo que tenía ella, los Sugarcubes. Cuando me surgió la oportunidad de tocar con ella, me quedé con la boca abierta? y asustado un poco también, porque decía, 'a ver qué va a salir de aquí, que esta tía es muy rara?'. Pero ¡qué va, qué va! Cuando uno es músico de verdad, no hay fronteras.

-Ha tocado blues, rock? ¿Con qué fusión se siente más cómodo?

-Pues con todas, es que me gusta todo. El soul también me gusta. Escucho mucha música diferente, árabe también? Me gusta experimentar con todos los géneros.

-¿Planea seguir experimentando con la fusión o piensa probar un regreso a los palos más puros?

-No, no. A mí ya me cuesta mucho meterme en el flamenco más puro. Ya he descubierto la fusión.

-¿Con la moda de reunión de grandes bandas, ve posible una reunificación de Pata Negra?

-Se pueden reunir para una ocasión puntual. Tuvieron la ocasión en Sevilla y no la aprovecharon, porque se juntaron los grupos andaluces, muchos que ya no existen. Yo estaba por la labor de tocar con mi hermano ese día, pero dijeron que ya estaba cerrado el presupuesto, y que había muy poco dinero. Así que decidimos que no, que si querían juntar a Pata Negra, eso valía dinero.

-¿En O Grove repasará sus éxitos en solitario o tocará también los de Veneno y Pata Negra?

-Sí, vamos a recordarlos también, además de alguna versión extranjera, como Jessica, de los Allman Brothers.