-¿Quién fue Shakespeare?

-Mi teoría es que no fue una única persona. Creo que eran varios escritores que firmaban con ese nombre. Los apellidos determinaban el estamento social, y si no eras parte de las clases altas no tenías acceso a la cultura. Shakespeare no era un apellido de las clases altas y dedicarse a la interpretación tampoco estaba bien visto entonces. Pero tiene más de 50 obras y una cantidad ingente de sonetos en los que muestra su dominio de la mitología, la vida cortesana, la alquimia, la filosofía, la medicina. Una sola persona no podía tener acceso a toda esa información.

-Usted es el autor de una investigación sobre la obra de Shakespeare. ¿Cómo surgió su interés por el dramaturgo inglés?

-Todo parte de que mi familia vivió en Londres casi 30 años y mi educación es básicamente británica. Con 17 años, a una edad en la que te estás formando, leí Hamlet y comprobé que Shakespeare era el moralizador por excelencia, y que cada día era una oportunidad de oro para aprender y soñar con su obra y, si queremos, los sueños se pueden convertir en realidad.

-¿Qué aspecto de su obra considera el más importante?

-El hecho de que quien lucha por sus ilusiones, porque cree en ellas, termina consiguiéndolas. Los sueños existen para conseguirlos y no para añorarlos y verlos pasar. Shakespeare nos enseña unos personajes para que sepas cómo es el camino y te enseña las excelencias y las imperfecciones del ser humano. Nos quiere decir que el ser humano no es tan perfecto ni superior como quiere aparentar, que somos débiles por naturaleza y estamos dominados por nuestras pasiones. Por eso, el amor tiene un papel fundamental. Al dejarnos llevar por las pasiones podemos cometer actos llenos de encomio, o de una maldad exagerada.

-¿Yqué actitud suele tomar el autor ante estos personajes?

-Shakespeare nos hace ver el subjetivismo de todo. Él se burla del ser humano, pero como elemento didáctico, para que nos demos cuenta de que no somos ni tan importantes ni superiores, de que tenemos imperfecciones. Lo que dice es que somos buenos por naturaleza, pero cuando estamos cegados por las pasiones podemos llevar a cabo actos que no nos hubiéramos ni imaginado: celos, poder o soberbia. Todo los personajes justifican sus acciones porque son víctimas de sus pasiones. La pasión bondadosa llega a un desenlace cómico que es la comedia y la malsana a un desenlace trágico.

-Sin embargo, existe mucha ambigüedad a la hora de analizar a todos esos personajes.

-Shakespeare se mueve en la ambigüedad y el escepticismo. Nos demuestra que los personajes que la sociedad llama locos no están locos, sólo que tienen una percepción distinta a los demás. Un adivinador advierte a la mujer de Julio César que tiene malos augurios, pero ésta no le hace caso y terminan matándolo. ¿Qué es estar locos y qué es el bien y el mal? Personajes como Yago en Otelo y Casio en Julio César son víctimas de sus propias pasiones y de una sociedad profundamente maquiavélica. En Shakespeare vemos a Darwin, a Rosseau, a esos salvajes que se adaptan al medio, al hecho de que el fin justifica los medios.

-¿En qué consiste su concepto del metateatro?

-Para Shakespeare el mundo es un escenario en el que somos meros actores y cada uno tiene un papel que dura el tiempo que estamos en la escena. Algunos están más tiempos que otros, pero cuanto antes nos conocemos y creamos en nosotros tal como somos, con nuestras imperfecciones y dudas existenciales, entendiendo que somos capaces de conseguir aquello que nos proponemos, mejor viviremos todos y mejor será la sociedad.

-¿Cuál ha sido su principal aportación a la literatura?

-Estamos en el Siglo de Oro de la producción teatral y Shakespeare se alimenta de los clásicos: Cicerón, Séneca, Plutarco. Pero la aportación de Shakespeare radica en el magistral uso del lenguaje y en el saber llegar al corazón humano. Shakespeare llega a la desmesura porque quiere exagerar tanto las cosas para que no se olviden. De ahí personajes muy malévolos y bondadosos.Y el amor es fundamental. Julio César es amor al poder, Otelo a lo que posee, Yago a lo que tienen los demás y Julieta y Romeo a otro ser. En mi caso, cada vez estoy más enamorado gracias a que Shakespeare me ha permitido crecer interiormente y me ha permitido alcanzar un sueño.

-¿Cómo analiza su uso recurrente a la homosexualidad?

-Que un autor use una temática no significa que la comparta, sino que es la moda del tiempo. Por ejemplo, en La fierecilla domada el papel de la mujer es negativo. Foucault decía que el discurso está en manos de quien lo posee y Saussure hablaba del significado y el significante, de que cada persona tiene derecho a tener su discurso, pero Saussure también habla de la mala utilización de los términos.