La aparición de un documento en el Colegio de los jesuitas de Monterrey con la supuesta caligrafía de Miguel de Cervantes abre nuevas incógnitas sobre el origen del autor del Quijote, que analiza César Brandariz en su nueva obra "El hombre que 'hablaba difícil'. ¿Quién era realmente Cervantes?".

El volumen, de Ézaro Ediciones, lleva por subtítulo "Primer siglo y cuarto de ignorancia biográfica y tres siguientes de error histórico (1616-2010)" y en él el autor sostiene que el escritor procede de una aldea o lugar denominada Cervantes, en las montañas de León de Sanabria, una zona a caballo entre Galicia, León y Portugal.

En cuanto al documento de Monterrey, Brandariz señaló a EFE que "contiene dos grandísimas sorpresas, la primera que entre los redactores, sean copistas o autores, hay distintas caligrafías, se escribe no solo en castellano, sino también en portugués y latín y una de esas caligrafías resulta, una vez cotejada, ser la de Miguel de Cervantes Saavedra".

"Pero hay más -agrega-, porque uno de esos redactores se llama Sanabrio, cuando se escribe en castellano o portugués, o Sanabrius, cuando lo nombran en latín".

En el libro, César Brandariz recoge su análisis sobre la gramática, morfología y sintaxis de Cervantes, "que no son las que nos han enseñado ni la de los otros escritores del Siglo de Oro".

"La colocación de los sufijos, la construcción de los verbos, el hipérbaton, los anacolutos cervantinos, son absolutamente peculiares del dialecto leones influido por el gallego-portugués", insiste el autor.

Brandariz, que ya publicó en 2005 "Cervantes Decodificado", basa su teoría también en los apellidos citados en sus obras, la flora y fauna, las referencias geográficas y los itinerarios del Quijote para dudar de la creencia más extendida sobre el origen de Cervantes.

Así, aprecia costumbres inequívocas del valle de Laza, como la Farrapada o la Danza de las Espadas, que muestra en Pedro de Urdemalas, o supersticiones gallegas que figuran en Persiles y Sigismunda, o las alusiones a la Santa Compaña y a las Ánimas del propio Don Quijote.

El autor de "El hombre que 'hablaba difícil'" analiza también la comida, instrumentos musicales, vegetación, "en un 75 % ajena a La Mancha", y otros elementos que le llevan a dudar del origen de Cervantes tradicionalmente aceptado.

También destaca la referencia a un "lugar", en el inicio de la novela, que tiene un "contexto muy preciso e inequívoco de hábitat o unidad de población" y que aún hoy en Galicia se emplea para referirse a una entidad inferior a la parroquia, lo que ocurre con el 75 % de los núcleos de población de Ourense y "ni en la provincia de Ciudad Real ni en el resto de la Mancha geográfica existió ni existe tal denominación".

Otros aspectos analizados por Brandariz hacen referencia a documentos de la biografía de Cervantes que contienen numerosos elementos para la duda sobre su origen.