Palacio de la Ópera

11 de noviembre de 2011

Excelente concierto en día mágico (11-11-11) para quienes creen que ciertos números poseen poderes benéficos o maléficos. En este caso, la fortuna sonrió a la Sinfónica, en día brillante, muy bien dirigida por Nesterowicz. David Vayo, estadounidense de Connecticut, fue el ganador del Premio Andrés Gaos de la Diputación correspondiente al año 2009. Su obra, para orquesta de cámara, es una bella evocación de una fuente (wellspring), pero no sólo de agua, sino también de ideas, sentimientos, experiencias; en definitiva, el fluir de la vida humana en toda su complejidad. El lenguaje avanzado de Wellspring no impide que haya pasajes de bella sonoridad y de cierta efusión lírica. El autor, presente en la sala, saludó desde el escenario y fue muy aplaudido.

El concierto de Lalo, obra romántica de largas frases, amplias arcadas y bellos temas, conviene al estilo del granadino Guillermo Pastrana, cuya versión, apoyada en una orquesta excelente y en la impecable concertación de la batuta, gustó mucho al público. Sus aplausos consiguieron el bis: una excelente interpretación de la Nana, de las Siete canciones populares españolas, de Manuel de Falla, en transcripción para violonchelo solo. Extraordinaria versión de la Quinta de Prokofiev. Todos los matices y contrastes -lirismo, violencia, ironía- de un Prokofiev dueño de su oficio fueron puestos de relieve por una dirección llena de fuego, de pasión juvenil. La orquesta y el director polaco -hoy al frente de la Orquesta Nacional de Chile- fueron largamente aclamados. A tenor de lo que puede leerse en el programa de mano, Nesterowicz es de una precocidad extrema: sus casi dos metros de estatura y la carrera musical que ha hecho (primer premio en Cadaqués con cuatro años), resultan bastante sorprendentes para un niño nacido en 2004.

Intérpretes: Guillermo Pastrana (violonchelo). Orquesta Sinfónica de Galicia.

Director: Michal Nesterowicz

Programa: David Vayo, Wellspring; Lalo, Concierto para violonchelo y orquesta en Re menor; Prokofiev, Sinfonía número 5 en Si bemol mayor, opus 100.