Con tan solo 13 años, Emilia Pardo Bazán, nombre esencial de la literatura española del XIX, demostró su madurez narrativa en la novela "Aficiones peligrosas", una obra cuyo manuscrito se había traspapelado entre los fondos de la Fundación Lázaro Galdiano y que se publica ahora por primera vez completa.

Ese manuscrito, en el que la autora refleja su concepción de la literatura y la importancia que le daba a la lectura, se lo regaló en 1898 Pardo Bazán (A Coruña, 1851- Madrid, 1921) a José Lázaro Galdiano, con quien había tenido una breve relación amorosa que luego fructificó en una larga amistad y en proyectos editoriales.

Por aquella época, la escritora mantenía una relación con Benito Pérez Galdós, y su romance amoroso con Lázaro Galdiano, a quien conoció en la Exposición Universal de Barcelona de 1888, fue de dominio público.

Como explicó hoy en la presentación Jesús Rubio, catedrático de Literatura de la Universidad de Zaragoza, esta novela de Pardo Bazán fue publicada por entregas en el diario "El Progreso" de Pontevedra, que era la manera habitual que tenían los escritores de la época para dar a conocer sus obras.

La novela era conocida parcialmente porque en 1989 la publicó Paredes Núñez, aunque solo con algunos de los capítulos aparecidos en el diario gallego, del que no se conserva ninguna colección completa.

Es por tanto ahora cuando se publica por primera vez íntegro el manuscrito, de 76 páginas, de "Aficiones peligrosas" que estaba en poder de la Fundación. Lo edita Analecta y lleva un estudio preliminar de Araceli Herrero Figueroa.

Ese manuscrito, que exhibía hoy con orgullo el director de la Biblioteca de la Fundación Lázaro Galdiano, Juan Antonio Yeves, junto con otros documentos de Pardo Bazán que se conservan en esta institución, pudo traspapelarse en 1936, cuando buena parte de los fondos de José Lázaro salieron de su casa y no todos le fueron restituidos en orden.