El diseñador Javier Mariscal no tiene muy claro cómo haría un logotipo que representara la actual situación de crisis, pero sí sabe que, si algo bueno tienen estos momentos de dificultad, es que pueden convertirse en "oportunidades para reinventarse".

"La alegría no nos la puede quitar nadie", afirma, en una entrevista con Efe, Javier Mariscal, que hoy participa en un coloquio sobre "Creatividad sostenible", dentro de las actividades paralelas de la VIII Bienal Iberoamericana de Arquitectura y Urbanismo (BIAU) que esta semana se celebra en Cádiz.

El creador de "Cobi", la mascota de los Juegos Olímpicos de Barcelona 92, cuenta que él se ha arruinado tres veces y ha pasado por momentos críticos como el que vivió el año pasado, cuando tuvo que reducir a nueve la plantilla de más de treinta personas que trabajaban en su estudio "como una familia".

Por eso sabe que las crisis son buenos momentos para "reinventarse", en su caso buscando trabajos en países como Brasil o Corea, y también para "hacer autocrítica" y "luchar por unos valores".

Lo que a él, dice, le ha funcionado siempre es "relativizar las cosas" y pensar que "estamos en un mundo que siempre va a mejor" y en el que "desde el Big Bang la luz va ganando terreno a la oscuridad", a pesar de que ahora vivamos "un desmadre en el que se está destrozando toda una serie de derechos".

"Esa es mi teoría", dice Mariscal (Valencia, 1950), que, quizá para mantenerla, ha decidido dejar de seguir las noticias en periódicos, radios o televisiones, porque se ha cansado del "mal rollo" que transmiten de forma "abusiva".

"No quiero que mi día a día me lo destruyan cuatro gabinetes de prensa", dice mientras apunta que a él le parece más interesante saber "que todos los días hay gente que se enamora o niños que nacen".

Premio Nacional de Diseño Gráfico 1999 y dos veces candidato al Príncipe de Asturias de las Artes (en 1996 y en 1997), Javier Mariscal cree además que ser creativo no es una cualidad reservada a unos pocos.

"Todo el mundo somos creativos. Es como respirar, nacemos siendo creativos. Se puede comprobar con cualquier niño", dice.

Para Javier Mariscal, quienes luego acaban convirtiendo la creatividad en un trabajo, como los diseñadores o los arquitectos, buscan continuar con una historia de la humanidad que, para él, ha consistido siempre en averiguar "cómo se puede vivir mejor, más fácilmente" y como "innovar".

En su opinión, la creatividad es cada vez más sostenible, como refleja el hecho de que "ahora el lujo de una casa o un hotel ya no es, como hace cincuenta años, rodearse de dorados y mármoles" sino estar en un espacio que ofrezca "intimidad, luz y contacto con materiales y tejidos naturales".

Mariscal continúa en estos momentos trabajando en una nueva cinta de animación con Fernando Trueba, con quien ya se unió para hacer "Chico y Rita".

Será una historia "de amistad e iniciación" protagonizada por dos muchachos que en los años 70 disfrutan de un verano en las islas Baleares. "Será más autobiográfica", aventura mientras confiesa que "cuesta mucho" hacer un guión de un proyecto cinematográfico.

Y también ultima su colaboración en la nueva película de Pedro Almodóvar, "Los amantes pasajeros", en la que se ha encargado de la imagen del avión en el que sucede una película que, asegura, es "una comedia muy divertida, muy almodovariana".