La laureada nadadora española Teresa Perales demostró una vez más su carácter competitivo y, pese a no tener su mejor estado físico, fue capaz de subir al podio en los 50 metros espalda de la clase S5 (discapacidad física) de los Juegos Paralímpicos de Tokio con una plata, la vigesimoséptima en total en su carrera, y mismo premio que conquistó Nuria Marquès en los 100 espalda S9 (discapacidad física), para que España alcance ya las dos decenas de metales.

“No sé si podré estar en alguna final en Tokio, pero estoy orgullosa de no rendirme”. Esas fueron sus palabras el pasado 14 de julio durante la presentación del equipo que competiría en la capital japonesa. Una inoportuna luxación aguda en el hombro izquierdo en el Europeo de mayo se había cruzado en el camino de ese sueño de igualar a Michael Phelps.

El tiempo le permitió ir curando mejor una lesión complicada para una nadadora, pero aún así llegaba con la falta de entrenamiento de haber podido afinar su puesta a punto nadando con los dos brazos y sin notar el dolor. A Tokio no llegó al cien por cien, pero ya en el relevo 4x50 y en los 100 libre notó una mejoría sensible, aunque nada hacía presagiar que pudiese pelear por un podio.

La ganadora del Premio Princesa de Asturias de los Deportes demostró que es una luchadora y dio una nueva lección de carácter competitivo en la final de los 50 espalda S5, una prueba en la que defendía el oro conquistado hace cinco años en Río de Janeiro.

Perales aguantó y terminó haciéndose con una plata muy especial y con un gran crono, 43.02, nuevo récord de España y una centésima mejor que con el que ganó el oro en 2016. Sólo la china Lu Dong pudo con ella, con nuevo récord del mundo (37.18).

Una hora antes la catalana Nuria Marqués, ganó otra plata en los 100 espalda de la clase S9. Ganadora de dos medallas en 2016 en Río, la barcelonesa se mantuvo en el podio de esta prueba, repitiendo el resultado de la ciudad brasileña en una final donde había mucho nivel.

Marqués, que había preparado con dedicación esta prueba, siempre fue candidata al podio desde el salto al agua y peleaba por el oro con la estadounidense Hannah Aspden y la neozelandesa Sophie Pascoe, las tres en 77 centésimas tras el primer giro. La española de 22 años apretó en los segundos 50, superó a la oceánica, pero se quedó a casi dos segundos de la ganadora.

Diploma coruñés

La de ayer también era la jornada en la que Jacobo Garrido volvía al agua después de haber finalizado en quinta posición en la final de los 400 libres. El coruñés añadió otro diploma olímpico a su palmarés al lograr la séptima plaza con el relevo español de 4x100 libres. El nadador del CN Liceo salió en la primera posta y tocó la pared en cuarta posición con un tiempo de 58.52 segundos, su mejor marca personal. También logró diploma la medallista en triatlón Susana Rodríguez, que fue quinta en la final de 1.500 metros de atletismo. Martín de la Puente, por su parte, fue eliminado en tenis tanto en individual como por parejas junto a Caverzaschi.