Márquez reconoce que, además de seguir en Honda, tiene otros dos planes para el 2024

Llegó el día: 11 de septiembre del 2023. La hora fue las 10.18 minutos. El asunto: Marc Márquez, desesperado durante todo el año, se sube, por fin, al primer prototipo de la Honda RC213V del 2024, con la que la firma alada trata de convencer a su ocho veces campeón del mundo que cumpla el año de contrato que le queda y ofrecerle una oportunidad (más) de fabricar y desarrollar una moto competitiva, cosa que no ocurre desde los tres últimos años.

La sorpresa se produjo a las tres horas de iniciarse el test, faltando aún más de cinco horas de ensayo, cuando la escuderia Repsol Honda convocó a los medios en la sala de prensa de Misano donde apareció Márquez para mostra su decepción por el comportamiento del primero prototipo del 2024 y, por tanto, añadir aún más dudas sobre su futuro, sobre la decisión que va a tomar. Márquez no solo dijo que la moto nueva tiene los mismos problemas que la que está utilizando en este momento sino que añadió, por vez primera, que tiene "plan A, plan B y plan C". Y añadió que solo "una o dos personas" de su entera confianza conocen esos planes.

Gran incertidumbre

Para Márquez, que reconoce que Honda ha traído a Misano un montón de ingenieros ("hay uno procedente de la F-1, que es experto en aerodinámica") y hasta un nuevo líder del proyecto de MotoGP "una cara nueva que aun no me han presentado", el problema sigue siendo el mismo: "Quiero hechos y, de momento, el tiempo por vuelta no ha mejorado. Sí, veo cosas, mucha gente, muchos planes, que están muy bien, pero debemos avanzar y mejorar en la pista".

No parece, de momento, que Márquez vaya a anunciar inmediatamente su decisión ("probablemente en un mes"), pero está claro que, en principio, Honda debe tratar de convencerle con la lista de fichajes, de ingenieros europeos, que necesita la marca alada para cambiar totalmente su manera de trabajar e, incluso, su moto. Hoy, de nuevo, ha quedado demostrado que la Honda RC213V está totalmente agotada y se necesita, como ya indicó Alberto Puig "un giro radical, se han terminado los retoques, si queremos mejorar, competir, no podemos hacer retoques, hay que protagonizar un cambio total".

Hace más de 600 días que Márquez no gana un gran premio y fue, precisamente, en el circuito de Misano (Italia). Hace mucho tiempo que Márquez no filtrea con el podio. Hace mucho tiempo que no está entre los cinco primeros. Y, por tanto, hace mucho tiempo que MM93 está malgastando sus días, sus mejores años, corriendo con una moto que no le permite luchar por los primeros puestos.

Era por eso que el campeón de Cervera (Lleida), ahora residente en Madrid, estaba deseando que llegase este 11 de septiembre para probar el primer modelo de la Honda del próximo año, para saber si su fábrica de toda la vida, aquella que le ha ayudado a ser el mejor de todos los tiempos, ha apostado por cambiar el método, las personas y el enfoque de la moto de la próxima temporada.

"El primer 'proto' es diferente, sí, pero sigue teniendo los mismos problemas que nuestra moto actual y con ella hacemos los mismos tiempos. Debemos mejorar"

Marc Márquez

— Piloto del equipo Repsol Honda

“Han sido demasiadas palabras y, ahora, ya solo me muevo por hechos, por eso quiero ver reacción, señales, en esta prueba”, comentó ayer Márquez. Hoy, tras hacer tres salidas de cinco vueltas al trazado de Misano, se ha subido, por fin, al primer prototipo del 2024, que, sin duda, no tendrá mucho que ver con la moto que estrenará en el primer test de próximo año. Eran las 10.18 de una mañana calurosa y soleada en el circuito Marco Simoncelli.

No solo Márquez tenía el prototipo del 2024, también Joan Mir poseía, en su boxe, junto a la moto con la que corrió (se cayó solo) ayer en el GP de Misano, la moto del futuro. Y, un garaje más allá, el alemán Stefan Bradl, para todos el piloto probador más discreto y de menos nivel del Mundial, poseía otros dos modelos 2024, el último totalmente negro, lo que podría significar que es la última versión de todas las RC213V del 24.

El test se está desarrollando con suma tranquilidad, aunque en él no están participando un racimo de importantísimos pilotos como el campeón del mundo ‘Pecco’ Bagnaia, lesionado en Barcelona y muy fatigado tras su esfuerzo de ayer, su compañero Enea Bastianini, recién operado de dos fracturas, tampoco el veloz Marco Bezzecchi (Ducati) y ninguno de los dos pilotos probadores estrellas, Dani Pedrosa (KTM), y Michele Pirro (Ducati).

Mientras los pilotos iban entrando y saliendo e intercambiando sus dos motos, managers, responsables de equipos, ingenieros y diversos técnicos iban paseándose, disimuladamente, por el ‘pit lane’, como el que no quiere la cosa, intentando descubrir las novedades, los cambios, los trucos, que había en cada uno de los prototipos 2024 de sus rivales.

La jornada, que ha empezado a las nueve de la mañana y terminará a las seis de la tarde, se vivirá con enorme intensidad y aunque, muy probablemente, no sirva para descubrir si Marc Márquez anuncia su decisión, sí debe destapar qué futuro le espera al proyecto del próximo año de Honda, que sigue siendo una auténtica incógnita.

Ni que decir tiene que el garaje de Honda y, muy especialmente, en el lado de Márquez, se acumulaban los ingenieros jóvenes, júniors, con aspecto de novatos, que la firma alada ha desplazado a Misano para seguir el test y, sin duda, empezar a hacerse con los tiempos y los modos del Mundial de MotoGP por si algún día son enviados a la pelea final de sus proyectos.