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Borja Mayoral, un trabajado 'pichichi' contra la diabetes y las etiquetas que quiere ir a la Eurocopa

El delantero madrileño comparte la cabeza en la tabla de goleadores de LaLiga con Belligham (Real Madrid) y Artem Dovbyk (Girona)

Con el sueño de estar en la selección, se enfrenta al Real Madrid, el equipo del que salió por falta de oportunidades

Borja Mayoral.

Borja Mayoral. / EFE

Denís Iglesias

Borja Mayoral (Parla, 1997), delantero del Getafe, está a la altura de Jude Bellingham. Por lo menos en el aspecto anotador. Con su tanto frente al Granada igualó los 14 goles de la gran sensación de LaLiga. También la cifra que ha alcanzado la revelación de la competición: el ucraniano Artem Dovbyk, artillero del Girona, el equipo que está rompiendo todas las previsiones. Pero como le ha venido pasando a lo largo de su carrera, Mayoral tiene que hacer más que el resto para lucir lo mismo.

El bagaje anotador del exdelantero del Real Madrid, el equipo de su vida -le marcó en la ida-, y al que se mide este jueves (21:00 horas), supone la mitad del total que lleva el Getafe esta temporada. No es lo mismo nutrir a los dos clubes que lideran la tabla que dar tranquilidad a un conjunto azulón que ocupa ahora mismo la décima plaza. Y más cuando esta temporada ha tenido la responsabilidad de cubrir el vacío goleador dejado por el turco Enes Ünal, quien reapareció el pasado 2 de enero después de siete meses a causa de una rotura del ligamento cruzado.

Los mejores registros de su vida deportiva

"Sueño con la selección. Me lo han preguntado mucho y claro que sí. Es un sueño que tengo desde hace tiempo y creo que ahora está más cerca. Hay que seguir trabajando mucho, marcar, ayudar al equipo y seguro que está más cerca que lejos", aseguró tras el partido frente al Granada, con la boca pequeña y el pecho hinchado, dos sentimientos opuestos. El primero le ha perseguido desde que salió de la cantera del Real Madrid y el segundo es fruto de los resultados de la que será su mejor temporada goleadora como profesional (está a uno de los 17 de su primer año en la Roma).

Ahora mismo, solo Morata, otro excanterano del Real Madrid, tiene mejores datos que Mayoral. Acumula 19 tantos frente a los 16 de Mayoral, que también anotó un doblete en la primera ronda de Copa. Figura por delante de Joselu, quien completa la terna con pasado blanco sobre la que recae el gol de la selección, quien suma 10 dianas. Mayoral ha disputado cinco partidos menos en lo que va de un curso en el que se ha redimido de todos vaivenes del pasado.

En este proceso se ha rodeado de un equipo formado por un preparador físico, un fisioterapeuta o un nutricionista que le sirven de apoyo y refuerzo en su camino por la élite. "El crecimiento personal y deportivo de Borja Mayoral creo que ha sido exponencial. Para la gente que no le conozca entiendo que les haya podido sorprender, pero Borja tiene mucha hambre por mejorar y ser un delantero 'top' mundial", comenta a El Periódico de España, del grupo Prensa Ibérica, Adrià Carmona, su 'coach', que también trabaja con Morata.

Vivir con la diabetes y luchar contra la falta de oportunidades

Mayoral cuenta con una circunstancia particular: la diabetes. Asegura que esta condición no le hace ser diferente a otros deportistas, aunque tiene que controlarse, mirar el azúcar antes de jugar y de los entrenamientos. Lleva siempre bolígrafos o plumas para pincharse y un parche para medir el azúcar. Le detectaron la enfermedad con cuatro años, cuando sus padres notaron que bebía mucha agua e iba bastante al baño a orinar, dos síntomas que pueden anticipar un diagnóstico precoz.

A su excompañero en el Real Madrid Nacho Fernández también le descubrieron la misma dolencia con doce años, cuando le advirtieron que debería dejar el fútbol. Sin embargo, ambos han tenido una carrera prolífica gracias al cuidado que siempre han tenido. Igualmente, han sido activos colaborando en diferentes campañas para sensibilizar sobre la diabetes. Uno de los máximos goleadores de LaLiga ha invertido la burla de "el que vale, vale y el que no para el Getafe", utilizado para despreciar a los jugadores que, pese a su buen rendimiento en la 'Fábrica', no consiguen asentarse en el primer equipo, un privilegio reservado para unos pocos.

Más exclusivo todavía es el trasvase en una posición tan sensible como la de delantero centro. Solo hace falta recordar que en 2017, después de una fallida cesión al Wolfsburgo con la mayoría de edad recién cumplida, Mayoral competía por un puesto con Cristiano Ronaldo y Karim Benzema. Entre 2015 y 2016, cuando se vivió la transición entre Rafa Benítez y Zinedine Zidane en el banquillo, el canterano blanco debutó en el primer equipo.

Su carta de presentación era inmejorable: había marcado 128 goles en las tres últimas temporadas en Valdebebas, era internacional sub-21 y todos los que le habían tenido a sus órdenes destacaban su profesionalidad. Sin embargo, su progresión se vio cortada por Morata, otro que a su vez se había ido a ganar el pan fuera; y hasta Mariano Díaz, que rascó minutos después de su explosión goleadora con el Castilla.

Cesión tras cesión hasta encontrar su lugar

Mientras que Mayoral vive un momento dulce, Mariano, ahora en el Sevilla, confesaba esta semana padecer una lesión de rodilla que "no me permite siquiera entrenar con normalidad". Dos situaciones opuestas, al igual que los caminos recientes. Porque el delantero de Parla nunca ha querido sentirse un cero a la izquierda. Hasta seis temporadas ha vivido a préstamo siendo jugador del Real Madrid. La primera, ya comentada, fue en Wolfsburgo (2016/2017). Después llegaron dos temporadas en el Levante (2018-2020), un año y medio en la Roma (hasta enero de 2021); y otro medio en el Getafe.

En el semestre final de la temporada 2021/2022, Mayoral marcó seis goles y dio una asistencia en 18 partidos. A final de temporada, Ángel Torres se lanzó a por su fichaje, consciente de que no entraba en los planes de Ancelotti. El delantero se convirtió, a cambio de 10 millones de euros, en la incorporación más cara en la historia del club del sur de Madrid. Sin embargo, la necesidad de objetivos y el espíritu nómada que ha perseguido al delantero madrileño estuvo a punto de hacerle cambiar de destino al final de la pasada campaña. El Valencia o equipos de la Serie A asomaron a la puerta del Getafe, que finalmente cerró filas con su agente.

Igualmente, ayudó la mejora de la relación con Bordalás, aunque la cotización al alza por la temporada que está protagonizando Mayoral volvió a situarle en la lista de objetivos de varios clubes de la Premier -entre ellos el Arsenal- con la apertura del mercado de invierno. Sin embargo, las partes se han cerrado en banda. El Getafe considera a Mayoral -con contrato hasta 2027- imprescindible en su alta aspiración de optar a puestos europeos y el propio jugador sabe que cambiar de destino ahora le obligaría a una nueva adaptación.

Mayoral, Greenwood y el "esto es fútbol, papá"

"Las claves de Mayoral son muchas, pero al final es un 'mix' de todo. Saber a ciencia cierto que es lo que le ha hecho conseguir el rendimiento actual es complicado, pero lo que sí destacaría es su afán por seguir puliendo los detalles día a día", explica Adrià Carmona. Sobre las diferentes situaciones contractuales que ha vivido, el 'coach', que ha sido futbolista profesional, con todo lo que ello conlleva, afirma lo siguiente: "La situación de estar cedido o no importará si a ese profesional le obstaculiza en su rendimiento. Pero el objetivo de un jugador en propiedad no es muy diferente".

Sin embargo, Mayoral no quiere perder, de ningún modo el tren que pueda llevarle a la Eurocopa de Alemania. Y ese pasa por seguir aprovechando en el Getafe la magnífica asociación con Mason Greenwood, otra de las grandes irrupciones de LaLiga. El Getafe se benefició de la situación que atravesaba el exinternacional inglés, apartado por el Manchester United por un juicio por agresión sexual del que finalmente se libró. A pesar de la inactividad, que había llevado su valor de mercado de 50 millones a literalmente cero, el extremo ha sabido adaptarse a la competición, el club y sus compañeros.

Greenwood suma seis goles y cuatro asistencias en lo que va de curso. Es un futbolista absolutamente diferencial en un equipo como el Getafe, el club de LaLiga que menos pases necesita para tirar a portería (54) y que ha convertido el Coliseum en un auténtico fortín. No pierde en casa desde abril de 2023 y aspira a mantener esa racha contra el Real Madrid este jueves.

Fuera ha 'rascado' puntos en campos tan complicados como el Metropolitano (precisamente con un doblete de Mayoral). De hecho, impidió a los de Simeone superar el récord de 20 victorias seguidas en casa, una racha que empezó, justamente, después de otro empate contra el Getafe. Mayoral y Greenwood son las dos líneas de pensamiento del "esto es fútbol, papá". Una frase que reivindica Bordalás y un club donde los que consiguen explotar, como el madrileño, se vuelven auténticos referentes.