Tablas y controversia en el tercer derbi

El Atlético sacó un empate gracias a un gol de Llorente en el descuento | El asistente anuló un tanto de Savic que el árbitro dio por válido | El Madrid pidió dos penaltis

Llorente celebra junto a Griezmann el gol del empate en la última jugada.

Llorente celebra junto a Griezmann el gol del empate en la última jugada. / EFE

fermín de la calle

El Madrid tenía la Liga agarrada con una mano. Se distanciaba cuatro puntos del Girona, diez del Barça y 13 del Atlético, recibiendo además el sábado en el Bernabéu a los de Míchel. Pero todo saltó por los aires cuando Llorente en el descuento cazó una pelota tan mal defendida como la del gol de Brahim en el área rojiblanca. Cerraba el partido una trilogía de derbis cargados de goles en la que ambos terminan satisfechos, con los blancos conquistando la Supercopa, tras ganar a los de Simeone (5-3) y el Atlético en semifinales de Copa con el camino libre de madridistas, al ganarles (4-2), y sin azulgranas. Los goles de Brahim y Llorente firmaron las tablas en otro capítulo cargado de controversia, ya que Cabañero, asistente de Sánchez Martínez, anuló un gol de Savic que el árbitro dio como válido, y los blancos se quejaron por un penalti a Bellingham.

El partido comenzó a jugarse antes del pitido inicial. Ancelotti apostó por Carvajal de central, perdiendo juego aéreo y ganando salida. Pero la noticia saltó en el calentamiento. Estaban anunciados Vinicius y Rodrygo en punta, pero comenzó a calentar Joselu ante la sorpresa generalizada. Vinicius notó unas molestias en las cervicales y se dio por hecho que el ariete sería su sustituto, hasta que apareció en el once Brahim, más parecido al brasileño por su electricidad y su llegada al espacio. Además, Carletto le dio la izquierda a Rodrygo y la derecha al canterano, para jugar a pierna cambiada, con Bellingham en el carril central. Simeone se resguardó con su clásico 5-3-2, pero afiló las bandas con carrileros como Llorente, que salió a parar a Vinicius, y Riquelme. Algo que compensó con un trivote eminentemente defensivo, con Saúl y De Paul escoltando a Koke.

Tres veces disparó el Madrid en los cinco primeros minutos (Bellingham, Brahim y Camavinga) acabando cada llegada para taparse atrás. La primera del Atlético, un disparo de Morata en el 7, coincidió con la aparición de Griezmann. El partido no le era ajeno a ninguno, ni a un Madrid dominador ni a un Atlético agazapado. Con el paso de los minutos los colchoneros comenzaron a amasar el derbi, ensanchando el campo y colgando balones para rentabilizar la debilidad aérea del Madrid.

Y entonces en una jugada aparentemente inocente el Atlético se hundió en su área y despejó dos veces sin contundencia, favoreciendo los rebotes a los blancos. Brahim se encontró la pelota y abrió el marcador en el minuto 20. Pudo llegar el empate en algún centro en el que Lunin no se hizo fuerte, y la puntilla de los de Ancelotti ante la indolencia de un Atlético más posicional que agresivo. Se llegó al descanso con un Madrid que sumaba llegadas mientras los de Simeone las veían venir. El derbi seguía vivo, el Cholo necesitaba darle una vuelta en la pizarra porque los del Metropolitano sumaron dos remates, ambos por arriba, de Savic y Saúl. Síntoma de la desconexión del equipo.

El capítulo final de la trilogía guardó mucha estrategia para la segunda parte. Carletto tenía a Joselu, el hombre que está descosiendo los partidos aculando a las zagas rivales y regalando espacio a sus compañeros. Simeone tenía pólvora en el banquillo: Barrios, Lino, Memphis... Salió el Atlético más determinado y en el primer córner rojiblanco Griezmann sacó una rosca cerrada que remató Savic en el área pequeña. Celebraba el Atlético el gol que Sánchez Martínez concedió, pero su asistente no corrió al centro interpretando que Saúl , que estaba en fuera de juego, estorbó a Lunin. Segundos después Lucas Vázquez pedía un penalti en el área visitante que el colegiado obvió, como el que pidió el Bernabéu el minuto 60 de Savic sobre Bellingham.

Simeone ponía toda su arsenal en el campo con Barrios, Memphis, Lino y Correa mientras Sánchez Martínez conseguía generar consenso en ambos banquillos y en una grada que coreaba el clásico “¡Corrupción, en la Federación!”. El derbi no tenía dueño y Ancelotti y Simeone se desgañitaban en la banda reordenando a su gente. Los colchoneros morían con todo jugando en campo rival y con la pelota en los pies, mientras Carletto echaba mano de Joselu para saltarse la presión alta del rival. Entraba el ariete por un Brahim que salía ovacionado tras rozar el segundo tanto en una jugada personal primorosa.

En la recta final Lunin realizó una parada que justificó su titularidad tras un taconazo de Griezmann que iba camino de la red cuando se cruzó la pierna del ucraniano. El Madrid ya hacía cuentas y se aferraba a la Liga cuando un centro al área blanca no fue despejada y Llorente, entrando desde atrás, la cabeceó a la red penalizando las dudas de la zaga blanca. Empate merecido y caótico en un derbi con más controversia que fútbol.

Ancelotti: “No estoy satisfecho porque merecimos ganar”

Carlo Ancelotti, técnico italiano del Real Madrid, lanzó un mensaje de tranquilidad tras dejar escapar el triunfo en el derbi ante el Atlético de Madrid en la última acción de un partido que aseguró merecían ganar, ya centrado en “dar un golpe en la mesa” el próximo sábado ante el Girona. “No estamos satisfechos porque merecíamos ganar. Hemos tenido partidos que hemos ganado en el último minuto con remontadas y estábamos muy felices, así que el equipo tiene que estar tranquilo porque ha dado todo lo que tenía. Ha logrado un punto que es bueno, seguimos líderes con dos puntos de ventaja y tenemos una gran oportunidad el sábado. Salimos de este partido con confianza y tranquilidad”, dijo en rueda de prensa. “No tenemos que reprocharnos nada. Contento por el partido, somos líderes y tenemos otra oportunidad el próximo sábado de dar un golpe en la mesa. Tranquilidad porque el equipo está muy bien. Mi opinión es que jugamos muy bien al fútbol, me da confianza ver que tenemos bajas y todos dan el máximo. Estoy muy satisfecho”, añadió. No quiso opinar Ancelotti de los penaltis reclamados por su equipo al colegiado, pese a sus protestas durante el partido. “De penaltis no comento”.