Ciclismo

Vingegaard: "El Tour de este año será una gran batalla"

El doble vencedor de la ronda francesa inicia el curso ciclista este jueves corriendo hasta el domingo el O Gran Camiño en Galicia.

Jonas Vingegaard, frente a la playa de Riazor, en A Coruña.

Jonas Vingegaard, frente a la playa de Riazor, en A Coruña. / EFE.

Sergi López-Egea

Jonas Vingegaard, dos Tours lo contemplan, lleva tres días en A Coruña. Llegó en plena resaca de las elecciones gallegas y por Galicia se quedará hasta el domingo porque en estas tierras inicia el año ciclista corriendo el O Gran Camiño. El horizonte apunta hacia el Tour, y con el más allá de la Vuelta si no sucede nada extraño en la ruta francesa, especial si cabe en 2024, porque como si de un circo se tratase le crecerán los enanos, con todo respeto hacia ellos, en forma no sólo de Tadej Pogacar, sino de Primoz Roglic, antaño su compañero, y Remco Evenepoel.

Una mujer, móvil en mano, le aguarda en la puerta del hotel coruñés que ocupa, junto a la famosa playa de Riazor. Pide que se le haga una foto. “Estoy tan nerviosa que me tiemblan las piernas”. Si el ciclista danés hubiese sido futbolista habría habido una muchedumbre, pero difícil que alguien tuviera la pasión de su admiradora gallega. No en vano ganó las últimas dos ediciones del Tour y en 2023 todas las carreras previas a la ronda francesa que corrió excepto la París-Niza.

Cuatro etapas por Galicia

En cuatro días por Galicia (este jueves empieza el camino con una contrarreloj individual por A Coruña, a través de Eurosport) espera repetir la conquista de hace un año frente a rivales como Carlos Rodríguez o Richard Carapaz, pero siempre pendiente del mes de julio y del viaje entre Florencia y Niza, en el primer año en el que el Tour, que empieza en Italia, al más puro estilo del Giro, no finaliza en París por cuestiones operativas relacionadas con los Juegos. Y allí en la ruta francesa se encontrará con un Pogacar, quizá castigado por el esfuerzo de la ronda italiana; un Roglic, que ya no lo auxiliará y con hambre de lograr la victoria que se le fugó en el último suspiro de 2020, y un Evenepoel que debuta con todo el peligro en los pedales.

“El Tour de este año será una gran batalla. Será un Tour muy interesante. Yo no podré contar con la ayuda de Wout van Aert, que disputa el Giro, carrera que hará también Pogacar. No tengo dudas de que llegará al Tour muy fuerte, al igual que Roglic y Evenepoel. Por eso, tengo sentimientos opuestos, por la ausencia de Van Aert y porque Roglic había sido siempre mi compañero, pero hora se convertirá en un gran rival. Entre todos deberemos demostrar quién es el más fuerte. Por esta razón, será muy interesante seguir la carrera desde el primer día”.

Martes y miércoles entrenó en A Coruña cruzándose con cicloturistas que querían seguir su rueda, nada fácil, la magia de este deporte, el profesional comparte escenario con el aficionado y todos se paran a mirarlo cuando afronta entrenando con rabia la rampa que lleva hacia la torre de Hércules, de aúpa y con adoquines, donde acaba una contrarreloj inicial que quiere ganar.

“Llevo cinco meses sin competir (desde que acabó la Vuelta) y he podido disfrutar de mi familia (su mujer y su hija). He llegado a Galicia después de haber estado concentrado en el Teide. Pero creo que empiezo la temporada en buena forma. Me gusta el ciclismo, correr, y sobre todo mejorar cada vez que compito”.

El año de Vingegaard contempla, aparte del O Gran Camiño, la Tirreno-Adriático, el mes que viene; la Itzulia, en abril, y el Critérium del Dauphiné, en junio. Después del Tour si no hay sorpresas correrá la Vuelta. “Pero antes, como hice el año pasado, quiero ver cómo acabo el Tour. No puedo pensar ahora en dos carreras de tres semanas a la vez”. Sólo se verá con Pogacar en el Tour, ni antes ni después, así que en Galicia empieza la cuenta atrás para un encuentro de calidad ciclista en una ronda francesa en la que también estará Carlos Rodríguez, que debuta en O Gran Camino corriendo una ronda por etapas al frente del todopoderoso Ineos británico.