fútbol - Liga de Campeones

Madrid y City decidirán en el Etihad

Los dos equipos golean y divierten en un partido frenético y con alternativas

Modric felicita a Valverde tras su gol. |  // JUANJO MARTÍN

Modric felicita a Valverde tras su gol. | // JUANJO MARTÍN / Fermín de la Calle

Fermín de la Calle

Real Madrid y Manchester City regalaron un partido de ida y vuelta más propio de la Premier que de la Champions. Un encuentro con goles (3-3) y alternativas en el marcador, donde empezó mandando el City, remontó el Madrid, se volvieron a adelantar los ingleses y terminó en empate. Un duelo que rompe el pronóstico conservador de Guardiola, que aventuró que los dos especularían, y que deja la resolución de la eliminatoria para la vuelta en el Etihad. Y un choque en el que Rodrygo y Foden cumplieron las expectativas, mientras Haaland, Bellingham y Lunin quedaron señalados.

Al minuto Tchouameni, que no jugará en Manchester, vio la amarilla por una falta que Bernardo Silva aprovechó para recordar que en la portería no está Courtois. Lunin ha estado notable, pero no es un portero sobresaliente. Y a estas alturas la excelencia es el listón. Un error del ucraniano y a la lona. A los diez minutos Camavinga, al que Grealish desatendió pese a las órdenes de Guardiola, sacó un disparo sin peligro aparente que se topó con Dias y acabó en la red. Otro puñetazo en el tablero. Aún andaban recolocando las piezas cuando un balón a la espalda de la zaga inglesa fue recogido por Rodrygo, que vive en estado de gracia ante los citizens, para embocar un remate entre las piernas de Akanji que entró llorando a la red tras tocar en el defensa.

El Madrid mantenía el partido desbocado, consciente de que viajar al Etihad sin ventaja les condenaba. Un tuya-mía con más calle que césped de Vinicius y Rodrygo terminó con un disparo del segundo que lamió el palo de Ortega.

Salió más arriba el City tras el descanso para incomodar a los locales en la salida de balón, lo que generó aún más espacios a la espalda de la defensa inglesa. Los dos equipos eran más reconocibles: los locales agazapados a la espera de desatar una contra y los visitantes dominando el juego desde la posesión en campo contrario. Bellingham, en su peor partido como jugador blanco, y Vinicius desperdiciaron dos llegadas claras con un Madrid que nada tenía que ver con el de la primera parte.

Con Stones incrustado en el medio campo, el City llevó el choque al borde del área madridista. Y desde allí llegaron los dos goles de los ingleses: el primero con un zurdazo deslumbrante de Foden a la escuadra. El segundo con un sorprendente derechazo que Gvardiol abrochó a la derecha de Lunin cinco minutos después. El City le daba la vuelta al marcador con suficiencia y fútbol ante un Madrid que se empequeñecía por momentos.

Intentó cambiar Ancelotti el ritmo de los suyos con Brahim y Modric por Rodrygo y Kroos en una decisión discutible, porque el brasileño era el jugador más entonado de los blancos y Bellingham se paseaba por el campo a un ritmo impropio. Tenía el Madrid un cuarto de hora para rescatar el partido (y la eliminatoria). Y lo hizo a medias, porque el gol de Valverde en el 78 cerró el choque con unas tablas que saben a triunfo para un City que rozó la victoria y obligan al Madrid a acudir al Etihad, el infierno celeste, en busca del milagro y de paso resarcirse de la goleada del año pasado.