Vela - La titánica aventura de una joven navegante

La gesta de Cole Brauer: enfila A Coruña tras dar la vuelta al mundo en solitario

La estadounidense, única mujer en la Solo Globo Challenge, está a punto de regresar a la ciudad herculina, de donde partió hace cuatro meses hacia una aventura personal en la que rompe con los estereotipos y lucha contra el abuso y el acoso sexual

Cole Brauer trabaja en su barco antes de iniciar la travesía que le llevó por cuatro de los cinco continentes.

Cole Brauer trabaja en su barco antes de iniciar la travesía que le llevó por cuatro de los cinco continentes. / @colebraueroceanracing

Era finales de octubre de 2023 cuando Cole Brauer (Maine, Estados Unidos, 1995) se subía al First Light, su barco Class40 y partía de A Coruña para dar la vuelta al mundo en solitario en la Globo Solo Challenge. La única mujer de los veinte participantes. Y la más joven. Cuatro meses después de una dura travesía en la que estuvo a punto de fracturarse las costillas cuando una ola la zarandeó de un lado a otro e impactó contra el lateral del monocasco, Brauer afronta la recta final de su camino. Ha tenido que asumir sola todas las adversidades de navegar por cuatro de los cincos océanos del mundo doblando los tres grandes cabos. Pero también el día a día, como cocinar, lavar la ropa e incluso ducharse en unos pocos metros cuadrados. Una aventura personal, contada a diario a través de sus redes sociales y convertida en una llamada universal a romper los estereotipos y una lucha contra el abuso y el acoso sexual en su deporte a través de las fundaciones Thriving, not surviving y Saif Sail.

Ya está a menos de 1.500 millas de volver a A Coruña, cinco días de navegación dependiendo del viento y de las condiciones del mar. “Si todo va bien espero llegar a última hora del día 5 (de marzo) o primera del 6”, publicó ayer en su Instagram. Y su sueño al volver a tierra firme, como confesó hace días en la televisión de su país, es tomarse un capuccino acompañado por un croissant.

Brauer manipula las velas

Brauer manipula las velas / @colebraueroceanracing

La vida de Cole Brauer es una travesía en sí misma. Natural de Maine, en la costa este de Estados Unidos, no se familiarizó con los deportes náuticos hasta que en su etapa universitaria se fue a estudiar a Hawai —aunque sí había trabajado antes en un barco pesquero—. Después se trasladó a Florida, empezó a navegar, como tripulante, hasta que conoció la modalidad individual, en la que se sintió más cómoda. Fue haciendo su grupo y reuniendo patrocinadores para iniciar sus aventuras y, tras navegar ocho años en el First Light, sintió que era el momento de otros retos.

Su salida en octubre

Se quedó fuera de la Transat Jacques Vabre, que era su primer objetivo, pero se apuntó a la Globo Solo Challenge. Ya para llegar hasta la línea de salida tuvo que cruzar el océano Atlántico, lo que le sirvió como una primera toma de contacto. Llegó A Coruña a principios de octubre de 2023 con la determinación de trabajar todo lo posible en su barco antes de la partida prevista para finales de mes. Una de esas mejoras, por ejemplo, fue la incorporación de paneles solares para aumentar su potencia energética. Quería tener todo preparado, porque ya serían bastantes los imprevistos que podían surgir por el camino.

Las 27.000 millas náuticas del recorrido, de las que apenas le faltan 1.500, no han sido fáciles desde la misma salida, que ya tuvo que reprogramar porque el 28 de octubre había en la ciudad un temporal de viento que le hizo esperar hasta el día siguiente. Las primeras 24 horas fueron “muy duras, duras, duras, duras, duras”, como confesó en su inspiradora cuenta de Instagram (@colebraueroceanracing) que empezó con 20.000 seguidores y, según fue avanzando la competición, sobrepasó los 425.000. Y no mejoraron en las siguientes jornadas no por las condiciones, sino porque sufrió una intoxicación y su equipo médico le recomendó ponerse a una vía para rehidratarse.

Bajando por el océano Atlántico hacia el cabo de Hornos se encontró con tormentas, con zonas de calma, mucho trabajo para mantener al barco en la línea de navegación, incluso topándose con tráfico de otro tipo de embarcaciones a las que tuvo que evitar. Tiempo para reír, para llorar, para gritar, para disfrutar, e incluso para celebrar fiestas como Halloween, sin otro disfraz que el de marinera, pero con decoración; su paso por el ecuador con un tributo de Aperol y champán compartido con el rey Neptuno; y Acción de Gracias.

Después llegó el Antártico, con tormentas y mucho frío. Varios grandes sustos. El que le dejó peor parada fue el gran golpe que se dio contra un lateral del barco que le dejó las costillas doloridas, pero también días complicados en lo anímico por el sufrimiento físico. Sin embargo, su navegación no pudo ser mejor porque se colocó en la segunda posición de la prueba.

Se recuperó y siguió camino del océano Índico, en el que pasó la Navidad y vivió el paso entre 2023 y 2024 por Australia. Tuvo un problema mecánico que debió solucionar ella misma y que retrasó un poco en su llegada al Pacífico, donde se encontró con tormentas y con problemas de conectividad que le dejaron sin subir vídeos durante unos días, lo que encendió las señales de alarma de sus fans. El pasado 26 de enero pasó el Cabo de Hornos, uno de los momentos álgidos del viaje porque significaba volver al Atlántico... y enfilar rumbo a A Coruña, donde el pasado sábado Phillipe Delamare hizo su entrada como ganador. Ella viene camino de ser segunda.