Síguenos en redes sociales:

Fútbol Deportivo

El 'Guadiana' Emre Çolak

Aparece y desaparece de los onces, ya que ni Garitano ni Mel ni Cristóbal han tenido fe ciega en él. Todo hace indicar que volverá al banquillo

El 'Guadiana' Emre Çolakcarlos pardellas

Aparece y desaparece. La vida no ha sido fácil para Emre Çolak en estos dos años de aventura coruñesa. Elevado por la afición, bajo sospecha para los técnicos. Si se confirma lo ensayado por Cristóbal durante toda esta semana y Lucas Pérez es capaz de recuperarse de las molestias físicas que padece, el turco volverá al banquillo ante el Villarreal después de que el entrenador andaluz lo reclutase para la causa hace menos de un mes para la final ante el Leganés. Aquel día deslumbró y se le volvía a abrir una vía para afianzarse en el once y triunfar en el Dépor y en el fútbol español. Comienza 2018 y vuelve a la casilla de salida. Nada nuevo para el mediapunta otomano.

"Cuando viene un entrenador nuevo, siempre empiezo en el banquillo. No lo entiendo". El '8' se sinceró justo unos días después de su último regreso. Por boca de su traductor, expresaba lo que era una evidencia. Ya sea por sus escasas atenciones defensivas o por no encajar en el dibujo o en el estilo futbolístico que se pretendía instaurar, nadie en A Coruña ha tenido fe ciega en lo que puede dar. Garitano, el que más confió en él durante todo este tiempo, no lo convirtió en titular indiscutible hasta la jornada 5. Antes ya había partido de inicio en Sevilla, pero no fue hasta el duelo ante el Leganés cuando empezó a disfrutar de ese estatus. Desde entonces hasta que el vasco fue destituido jugó casi todo; solo se ausentó de las alineaciones iniciales en Málaga y en el derbi en Balaídos al estar castigado por razones disciplinarias, no técnicas.

Mel relevó a Gaizka y Çolak mantuvo su sitio los tres primeros partidos. Lo sentó en el duelo ante el Barça en Riazor y se pasó otros tres en el banco. Regresó frente al Granada para casi no desaparecer hasta el final del campeonato. Llegó el verano y una nueva campaña. Pepe Mel continuaba al frente, aunque su idea era apostar por Lucas y Andone en punta. Y, mientras el coruñés se ponía a tono, empezó el ejercicio con tres pivotes. El 8 le hacía de nuevo horma al banquillo. El fútbol brillaba por su ausencia y lo rescató ante Espanyol, Getafe, Eibar y Girona.

Un nuevo relevo le dio la alternativa a Cristóbal Parralo, que se encomendó al 4-3-3 que ya utilizaba en el Fabril y en el que, de nuevo, el otomano no tenía sitio. Tardó seis partidos en hacerlo titular y, tras sustituirlo en el descanso frente al Celta, todo hace indicar que este domingo volverá a ser suplente.

Pulsa para ver más contenido para ti