Obligado al pleno al 15

La posibilidad de disputar la fase de ascenso parece cada vez más lejana para el Deportivo después de una racha de siete partidos sin ganar que amenaza con arruinar la temporada al completo. El tropiezo de ayer contra el Coruxo ha dejado al equipo a expensas de lograr un pleno de victorias en las cinco jornadas que faltan por disputar de la primera fase del campeonato. Sumar esos 15 puntos que restan son lo único que evitaría el descalabro completo de un equipo que cada semana empeora un poco más.

La tercera posición la tiene a dos puntos, pero la clasificación se aprieta cada jornada una pizca y las sensaciones no mejoran. La llegada de Rubén de la Barrera no se ha traducido en la reacción esperada después de la destitución de Fernando Vázquez y son ya cuatro partidos sin ganar con el coruñés al frente. El balance es de dos empates y dos derrotas, insuficientes para afrontar con optimismo las jornadas que faltan.

Los resultados no terminan de llegar, pero el juego tampoco acompaña a los blanquiazules con Rubén de la Barrera. Ayer cayeron en la emboscada que les planteó el Coruxo, con las ideas claras desde el comienzo para manejar el partido.

Todo transitó por donde quiso el equipo vigués prácticamente desde la primera jugada, cuando la presión en el inicio del juego deportivista le permitió birlarle un balón a Uche que a punto estuvo de convertirse en gol.

Esa presión se convirtió en un quebradero de cabeza para el conjunto de Rubén de la Barrera y cuando consiguió neutralizarla se encontró con el primer gol en contra. El segundo terminaría de enterrar las opciones de un Deportivo sin reacción. Lo intentó, pero se encontró siempre con un Coruxo que con ventaja en el marcador también supo manejar a la perfección lo que requería un partido que encaminó con criterio.