El relato de una mañana volcánica en la que el Dépor y el Concello de A Coruña se enfrentaron por Riazor

Enemistados por el uso y la explotación del estadio, el Gobierno local pretende ingresar en las arcas municipales, y no en las del club, el dinero obtenido por la utilización comercial del nombre | La entidad considera que es “una injusticia histórica”

El presidente del Deportivo Antonio Couceiro y la alcaldesa Inés Rey departen ayer por la mañana en punta Langosteira. |  // CARLOS PARDELLAS

El presidente del Deportivo Antonio Couceiro y la alcaldesa Inés Rey departen ayer por la mañana en punta Langosteira. | // CARLOS PARDELLAS / Carlos Miranda

Guerra abierta entre el Concello de A Coruña y el Dépor por el convenio de Riazor. El presidente del club propiedad de Abanca, Antonio Couceiro, denunció ayer que el Ayuntamiento pretende cobrar por el uso del estadio en el “peor momento” de la historia del club. El gran punto de discordia son los ingresos por la explotación económica del nombre del estadio, ahora rebautizado como Abanca Riazor, que el Gobierno local quiere que reviertan en las arcas del Concello y no en la financiación de la entidad deportiva. Casi al instante, la alcaldesa, Inés Rey, respondió en una radio local y en tono bronco al mandatario blanquiazul. Acusó al representante blanquiazul de mentir y que en ningún caso se cobraría al equipo por el uso de las instalaciones. Dos horas más tarde, en la inauguración del pantalán petrolero de punta Langosteira y a repreguntas de los periodistas, sí reconoció que “otra cosa” es el uso comercial del nombre de Riazor. “Si lo que quiere el Deportivo es que el nombre pase a ser utilizado por un banco con fines comerciales, eso no puede ser gratis, porque no es lógico y no es legal. Si Couceiro quiere una instalación municipal y pública para fines comerciales, eso no puede ser gratis. Otra cosa es el uso del estadio”, remarcó.

“Si quiere utilizar el nombre del estadio con fines comerciales, eso no puede ser gratis”

Inés Rey

— Alcaldesa de A Coruña

El conflicto estalla tras una reunión del consejo de administración del club celebrada hace dos días. En el encuentro, según fuentes del Dépor, los representantes nombrados por Abanca señalan que siguen sin novedades reales desde 2021 por parte del Concello para la firma de un nuevo convenio por el uso y la explotación de Riazor. Desde María Pita se les había comunicado la intención de presentarlo públicamente la semana del 13 de febrero. Según fuentes del club, en los contactos mantenidos hasta ahora, el ayuntamiento siempre había mantenido que no podía incluirse la cesión gratuita de los ingresos derivados de la denominación comercial del estadio.

“Es una discriminación inadmisible respecto a los equipos con los que competimos”

Antonio Couceiro

— Presidente del Deportivo

El origen del conflicto nace de la necesidad de modificar el marco de entendimiento que, con ciertas variaciones, ha unido a ambas partes casi 80 años. El Dépor lleva disfrutando de manera gratuita o por una cantidad simbólica del uso y explotación de Riazor desde su inauguración en 1944. El Concello pretende que esta situación cambie, según revelaba a primera hora de la mañana el presidente Couceiro, quien en nombre del consejo y de los propietarios rechazaba de manera frontal este nuevo rumbo en la relación. “Tras meses de infructuosas reuniones de carácter técnico, el pasado 13 de febrero la alcaldesa me transmitió en una comunicación no formal que el Concello quiere cobrar al Real Club Deportivo por el uso del estadio, algo que nunca había sucedido hasta la fecha en A Coruña”, adelantaba antes de expresar el sentir de la entidad. “Si la cesión del estadio fuese onerosa para el Dépor, constituiría una injusticia histórica y una discriminación inadmisible respecto a los equipos con los que tenemos que competir”, reafirmaba el máximo mandatario.

“El Dépor está en la peor situación económica y deportiva de su historia y no solo no recibe del Concello, sino que pretenden generar ingresos”, aseguraba, mientras centraba el problema. “Se nos transmite que el problema es que no se quiere ceder gratuitamente el nombre del estadio, cosa que no hace ningún ayuntamiento. El naming es un activo más de los clubes, que recogen ingresos por ello. Sería anormal e incidiría negativamente”, apuntaba.

“No paga nada y no va a pagar nada por utilizar Riazor”

Inés Rey

— Alcaldesa de A Coruña

El Dépor, preocupado

El Deportivo no planteaba en ese momento ningún plan B y no ocultaba su inquietud, pero apostaba por entenderse. “Quiero trasladar mi honda preocupación por este hecho, que supondría aumentar las pérdidas que cada año tiene el club por estar fuera del fútbol profesional y en los años económicamente complicados que se prevén en el retorno a la élite. Aspiro a que recapacite y que se le dé al Deportivo el trato que se le ha dado históricamente y que también reciben los demás clubes”.

La respuesta de la alcaldesa estuvo lejos de la “recapacitación” que reclamaba Couceiro, presidente del club, elegido por Abanca. En una radio local afirmó que es “mentira” que el Ayuntamiento quiera cobrarle al Deportivo por el uso de Riazor. Rey explicó que el 4 de noviembre de 2021 el Concello remitió al club una propuesta de convenio que, según la regidora, en ningún momento incluye ninguna reclamación a la entidad para que pague por usar el estadio. La alcaldesa recordó que carece de recinto propio y utiliza gratis una instalación municipal. “Y la va a seguir utilizando”, añadió. “No paga nada, no va a pagar nada, y en ningún momento se ha puesto en ese convenio que tenga que pagar”, incidió la primer edil, que instó públicamente al presidente a responder a los documentos enviados en 2021 ya que, según expuso, el club no ha contestado. El Dépor, por su parte, niega tal extremo y expone que ese mismo día el Gobierno local recibió una respuesta vía correo electrónico a las 12.30 horas de la mañana.

“El club está en la peor situación económica y deportiva de su historia”

Antonio Couceiro

— Presidente del Deportivo

No habló nada en ese primer momento Inés Rey del destino de los ingresos por la denominación comercial del estadio. Sí lo hizo horas más tarde en la inauguración del pantalán petrolero de punta Langosteira, un acto en el que coincidió con Antonio Couceiro, con el que se le vio departiendo brevemente minutos más tarde. Preguntada directamente por los periodistas, Inés Rey reconoció que “si lo que quiere el Deportivo es que el nombre pase a ser utilizado por un banco con fines comerciales, eso no puede ser gratis, primero porque no es lógico y segundo porque no es legal”.

La reclamación del consistorio en una volcánica mañana conllevó, en boca de la alcaldesa, una crítica personal al presidente Antonio Couceiro por la utilización del club con fines políticos, algo que niegan desde la plaza de Pontevedra. “Las instituciones están al servicio de los ciudadanos, no de los intereses políticos. Mucho ojo con utilizar instituciones centenarias para tratar de hacer daño político. No se puede utilizar al Deportivo y al deportivismo para hacer campaña electoral”, apuntaba la regidora en la mencionada radio local.

Abanca Riazor, en 2017

Es hoy la fuente de la disputa, pero Riazor no cambió su nombre ayer. Lo hizo hace unos seis años. Fue un acuerdo secundario generado por el crédito que firmó el Deportivo, con el consejo de Tino Fernández a la cabeza, con Abanca por valor de 45 millones para cancelar la deuda con la Agencia Tributaria. Esa cantidad y los plazos para pagarla que se convierten en dificultosos en Segunda y en inasumibles en Primera Federación son los que han llevado a Abanca a ser propietaria del club. En aquel momento, solo era un prestamista, pero esa liquidez y ese desahogo que le había facilitado al club coruñés, que en aquel momento llevaba varios años en Primera, le reportaron el beneficio de un entendimiento para el patrocinio del estadio. El problema entonces era que el Dépor necesitaba una autorización del consistorio, ya que el punto 5A del anexo del acuerdo del 2000 recogía que “las instalaciones objeto de este convenio mantendrán el nombre de ‘Estadio Municipal de Riazor’, siendo competente para la modificación del mismo única y exclusivamente el Ayuntamiento”. Fernández obtuvo el OK del consistorio y, casi acto seguido, firmó con Juan Carlos Escotet dicho acuerdo. El día que el Dépor se olvidó de su deuda con Hacienda, que alumbró un nuevo nombre para su estadio y que, sin saberlo, dio el primer paso para enterrar su accionariado popular y empezar a pertenecer a Abanca. Seis años después, aquellos ecos aún tienen reverberaciones que el club y el Concello no son capaces de resolver en su relación.

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